Morelia, Michoacán (MiMorelia.com/Redacción).- Una de cada 10 adolescentes mexicanas tiene un hijo y en promedio su vida sexual inicia a los 15.9 años. Estas cifras sitúan a nuestro país en el primer lugar de embarazos adolescentes entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Según información del Consejo Nacional de Población (Conapo), casi el 45 % de mujeres entre 15 y 19 años tuvieron su primera relación sexual sin protección. Las estadísticas han ubicado a México como el primero entre los 37 miembros de la OCDE en índice de embarazos.
A nivel mundial, cada año 16 millones de adolescentes —entre 15 y 19 años— y aproximadamente un millón de niñas menores de 15 años dan a luz. La situación es más crítica si consideramos que anualmente tres millones de adolescentes se practican abortos clandestinos para interrumpir un embarazo no deseado, acción que pone en riesgo sus propias vidas.
De acuerdo con la Facultad de Medicina de la UNAM, en los últimos años la tasa de fecundidad y nacimientos adolescentes ha mantenido niveles altos y prácticamente no ha sufrido cambios. Más de la mitad de los embarazos no son planeados y se registran 77 mil nacimientos por cada mil adolescentes entre 15 y 19 años de edad.
Por otro lado, los embarazos tempranos —entre 10 y 14 años— también van en alza y ocupan ya el 27 por ciento del total de nacimientos. Los especialistas han señalado la ineficacia de las campañas de prevención de embarazos no deseados, pues en lugar de reducirlos se han mantenido o incluso alcanzado cifras mucho más elevadas.
Entre las causas de este gran problema tenemos a los factores socioeconómicos, pues es bien sabido que el índice de embarazos adolescentes es mayor en zonas de bajo desarrollo. A nivel mundial, África encabeza el ránking, mientras que Latinoamérica se ubica detrás.
No obstante, el problema no se reduce a la pobreza. En la actualidad existe una ausencia de programas integrales que cubran las necesidades de información en los adolescentes. Más allá de unas charlas en las instituciones educativas, no hay un apoyo al estudiante sobre orientación sexual, en cuanto al uso de preservativos, sus pro y sus contra. Estudios señalan que no reciben la misma atención en un centro de salud que los adultos.
Por otra parte, según Zonapadres es necesario construir y fortalecer el vínculo paternal. Es imprescindible aceptar los cambios e intereses que surgen a lo largo del desarrollo de nuestros hijos y ser una guía en este transcurso. Los padres deben convertirse en la primera fuente de información sobre prevención sexual.
La falta de información sexual trae consigo otros problemas, por ejemplo, las enfermedades de transmisión sexual. Uno de los grandes problemas es la baja promoción del uso de métodos anticonceptivos. Especialistas en salud consideran vital este punto, pues la protección ahorraría la mayoría de problemas. El desconocimiento se da sobre todo respecto al uso de la píldora del día siguiente.
Pero las más perjudicadas son las madres, quienes ponen en riesgo su salud y del recién nacido. Mientras más joven es la mamá, mayor riesgo para el bebé. En todo el mundo las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las adolescentes de 15 a 19 años.
Entre otras complicaciones, los hijos de madres adolescentes tienen una alta probabilidad de registrar bajo peso al nacer y, por consiguiente, un mayor riesgo de presentar problemas de salud a largo plazo. Las progenitoras, por otro lado, tienen el riesgo de desarrollar anemia si no están lo suficientemente preparadas. Los cuadros de mala nutrición son comunes. Este último factor es preocupante, pues las madres deben proveer nutrientes para el desarrollo del bebé.
Por último, tenemos a las consecuencias psicológicas. Las adolescentes tienen miedo al rechazo de la sociedad, se originan problemas en la familia y aumenta la deserción escolar. Los problemas de aprendizaje y la difícil reinserción agravan el problema.
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