
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La activista y líder opositora venezolana María Corina Machado fue reconocida este año con el Premio Nobel de la Paz, en reconocimiento a su firme defensa de la democracia en Venezuela frente al régimen autoritario de Nicolás Maduro.
A través de su trayectoria política y social, Machado ha sido una figura clave en la articulación de la oposición democrática en su país. Fundadora de Súmate, organización enfocada en promover elecciones libres y justas, ha trabajado desde hace más de dos décadas para fortalecer la participación ciudadana y el respeto a los derechos humanos.
"Se trataba de elegir entre votos y balas", expresó en su momento, subrayando el compromiso con la vía democrática incluso en los momentos más críticos del país.
En 2023, anunció su candidatura presidencial para las elecciones de 2024, pero fue inhabilitada por el régimen, lo que la obligó a vivir en la clandestinidad. Aun así, apoyó la candidatura de Edmundo González Urrutia, quien fue reconocido por amplios sectores como el verdadero ganador de los comicios, a pesar de que el gobierno se atribuyó la victoria.
María Corina Machado ha permanecido en Venezuela, a pesar de las amenazas contra su vida, y ha sido capaz de unir a las distintas fuerzas prodemocráticas bajo una visión de cambio pacífico.
El Comité Nobel resaltó que su labor demuestra que las herramientas de la democracia también son herramientas de la paz, y que su ejemplo representa una esperanza no solo para Venezuela, sino para todas las sociedades que enfrentan retrocesos democráticos.
Machado también tiene formación en ingeniería y finanzas, y en 1992 fundó la Fundación Atenea, dedicada a apoyar a niños en situación de calle en Caracas. En 2010 fue elegida como diputada con una votación histórica, aunque fue expulsada por el régimen en 2014.
A lo largo del último año, María Corina Machado ha sido objeto de persecución política y amenazas constantes. Su exclusión forzada del proceso electoral y la imposibilidad de ejercer libremente sus derechos políticos reflejan las condiciones autoritarias del sistema venezolano, lo que ha convertido su lucha en un símbolo de resistencia democrática en América Latina.
BCT