
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Shane Tamura, armado con un rifle semiautomático, irrumpió en el rascacielos de 345 Park Avenue y asesinó a cuatro personas antes de quitarse la vida. Su objetivo, según las autoridades, era la sede de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL). Pero un error de cálculo —“se equivocó de ascensor”— evitó una tragedia aún mayor.
Tamura, un exjugador de futbol americano a nivel preparatoria, había viajado desde Las Vegas. Según el alcalde Eric Adams, el atacante pretendía llegar al piso donde se encuentran las oficinas de la NFL. Sin embargo, subió por error al nivel 33, donde abrió fuego contra un ejecutivo de Rudin Management, la empresa propietaria del edificio.
En el vestíbulo ya había sembrado el caos: asesinó al agente fuera de servicio Didarul Islam, de 36 años, originario de Bangladesh y miembro del NYPD desde hace tres años y medio. También mató a un guardia de seguridad, a una empleada de Blackstone —la ejecutiva Wesley LePatner— y a otra persona cuya identidad aún no ha sido revelada.
En el cuerpo de Tamura se halló una nota incoherente donde afirmaba padecer encefalopatía traumática crónica (ETC), un trastorno cerebral asociado a impactos repetidos en la cabeza, común entre deportistas de contacto. Señalaba explícitamente a la NFL como responsable de su deterioro mental y pedía que su cerebro fuera estudiado después de su muerte.
Aunque Tamura nunca llegó a jugar profesionalmente, su frustración lo llevó a planear un ataque simbólico en una de las ligas deportivas más poderosas del mundo.
El comisionado de la NFL, Roger Goodell, confirmó que un empleado de la liga resultó herido y está hospitalizado en condición estable. Agradeció a las fuerzas del orden y elogió al oficial Islam como un héroe que “dio su vida para proteger a los demás”.
Por su parte, la empresa Blackstone lamentó profundamente la muerte de LePatner, una ejecutiva destacada que antes trabajó en Goldman Sachs y era egresada de Yale.
Cámaras de seguridad captaron a Tamura bajando de su BMW y entrando con un rifle M4 poco antes de las 6:30 de la tarde. Tras abrir fuego en el vestíbulo, tomó un ascensor equivocado que lo llevó a una oficina distinta a la de la NFL. En ese piso terminó su masacre y se suicidó.
RPO