
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En un giro inesperado que ha encendido las alarmas en el Vaticano, el cardenal italiano Angelo Becciu —destituido en 2020 por orden directa del Papa Francisco y condenado en 2023 por fraude financiero— ha reaparecido con una firme intención: participar en la elección del nuevo pontífice, a pesar de estar oficialmente vetado.
Becciu —quien durante años fue considerado uno de los favoritos a la sucesión de Francisco— se presentó en la primera asamblea de cardenales previa al cónclave. En entrevista con un medio italiano, afirmó: “El Papa no me ha excluido explícitamente, y por tanto tengo derecho a estar aquí”.
El Vaticano, sin embargo, sostiene una postura distinta. Becciu fue despojado de sus derechos como purpurado hace cuatro años tras ser vinculado a una cuestionada operación inmobiliaria en Londres que causó un daño de 139 millones de euros a las finanzas de la Santa Sede. Aunque ha apelado la sentencia, fue condenado a cinco años y medio de prisión, en un proceso que marcó un hito en la justicia vaticana.
El decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, será quien determine si Becciu podrá ingresar al cónclave. La incertidumbre ha abierto una grieta: ¿basta una nota de prensa para invalidar derechos cardenalicios o se requiere una renuncia formal y escrita?
RPO