
Ciudad del Vaticano (MiMorelia.com).- La Plaza de San Pedro fue testigo de un emotivo momento este domingo, cuando el Papa Francisco hizo una aparición inesperada durante la celebración de la misa jubilar en honor a los enfermos y al personal del ámbito sanitario.
Según reportó la Oficina de Prensa del Vaticano, el Pontífice, recientemente hospitalizado, se presentó en silla de ruedas, guiado por su enfermero personal. Fue conducido hasta el altar mayor donde el arzobispo Rino Fisichella presidía la Eucaristía.
Al concluir la ceremonia, el Papa dirigió un saludo breve y afectuoso a los presentes:
“¡Feliz domingo a todos, muchas gracias!”, expresó con serenidad, desatando una oleada de aplausos y emoción entre los fieles.
El Santo Padre manifestó su cercanía y gratitud: saludó “con afecto a todos los que han participado en esta celebración” y agradeció sinceramente “las oraciones elevadas a Dios por su salud”. Además, deseó que la “peregrinación jubilar sea rica en frutos”.
Previo a su llegada a la plaza, el Papa permaneció en oración en la Basílica de San Pedro, donde recibió el Sacramento de la Reconciliación. También cruzó la Puerta Santa, en un acto cargado de significado para este tiempo jubilar.
Antes de retirarse, Francisco impartió la Bendición Apostólica, extendiéndola “a los seres queridos, a los enfermos y a los que sufren, así como a todos los fieles reunidos hoy aquí”.
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