
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- No es sorpresa que en esta época los niños y adolescentes pasan más tiempo en las redes sociales que haciendo otras actividades recreativas, ya sea en Instagram, Facebook, Youtube y otras específicamente para videojuegos, en cualquiera de las plataformas es fácil encontrar o que les ofrezcan cualquier tipo de drogas.
Y es que un estudio reciente Tech Transparency Protect (TTP) llevó a cabo un experimento para ver qué tan fácil es encontrar sustancias prohibidas en Instagram, por lo que determinó que en tan solo dos “clics” un niño o adolescente puede acceder a la droga llamada “éxtasis”.
Los especialistas crearon cuentas en Instagram haciéndose pasar por adolescentes de 13, 14, 15 y 17 años de edad, y descubrieron que la red social no tiene ninguna restricción, por el contrario, sus algoritmos facilitan que los jóvenes se encuentren con los vendedores.
Además, basta con que los adolescentes sigan a uno de estos traficantes de drogas para que la plataforma le recomiende otras cuentas similares, por lo que de esta manera incluso, viola sus propias reglas comunitarias que prohíben la compra venta de drogas o fármacos.
Si bien la venta de drogas en la calle o incluso en las escuelas, sobre todo en zonas marginadas continúa existiendo, a la par los traficantes han extendido su mercado a las redes sociales donde el problema, aunque existe, de manera social se ha invisibilizado.
Por ejemplo, el caso de la devastadora muerte del hijo de una terapeuta de relaciones y presentadora de televisión estadounidense, Laura Berman, que supuestamente su hijo compró Xanax con fentanilo en Snapchat y murió de una sobredosis.
El psicólogo John Duffy, autor de “Parenting the New Teen in the Age of Anxiety”, especializado en trabajar con adolescentes, padres, parejas y familias, recomienda crear una cultura en casa que permita abordar el tema de las drogas sin ningún inconveniente o tabú.
Dicha cultura de confianza debe comenzar mucho antes de que los jóvenes ya estén metidos en el consumo de las drogas, se debe fomentar una conversación abierta y curiosa en las que también puedan compartir sus propias experiencias en varios temas, no se trata de que tengan un policía en casa, pero sí que los padres estén al tanto de lo que ven y hacen sus hijos en las redes sociales.
El primer filtro para evitar que los niños y adolescentes se acerquen a las drogas son los padres, la manera en la que los adultos aborden estos temas y les den la confianza a los menores de edad para resolver sus dudas sobre estas sustancias.
EA