
Nueva York, Estados Unidos (MiMorelia.com).- Durante su participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, fue recibido con una fuerte señal de rechazo diplomático: decenas de delegados abandonaron el recinto cuando el mandatario subió al podio para dar su discurso.
El hecho ocurrió este viernes en la sede de la ONU, en Nueva York, en el contexto del prolongado conflicto entre Israel y el grupo palestino Hamás, que ha dejado miles de víctimas y una crisis humanitaria en la Franja de Gaza.
La intervención de Netanyahu fue transmitida en vivo desde la sede de la ONU no sólo para el mundo, sino también directamente hacia Gaza.
De acuerdo con la oficina del primer ministro, su mensaje fue difundido a través de altavoces instalados del lado israelí de la frontera y también enviado a teléfonos celulares dentro del territorio palestino.
Esta decisión, inusual en foros diplomáticos, buscaba hacer llegar el discurso tanto a los ciudadanos como a los combatientes y a los responsables de los rehenes que aún permanecen en poder de Hamás desde el 7 de octubre de 2023.
"Los últimos elementos, los últimos remanentes de Hamás, están atrincherados en la ciudad de Gaza", afirmó Netanyahu ante la Asamblea.
"Juran repetir las atrocidades del 7 de octubre una y otra vez, sin importar cuán disminuidas estén sus fuerzas. Por eso Israel debe terminar la tarea, por eso queremos hacerlo lo antes posible".
Estas palabras fueron una reafirmación del objetivo militar que su gobierno ha mantenido desde el inicio de la operación en Gaza: la eliminación completa de la estructura de Hamás.
En un gesto simbólico, el primer ministro también se dirigió directamente a los rehenes israelíes aún cautivos en Gaza, hablando en hebreo e inglés: "Valientes hermanos, les habla el primer ministro Benjamín Netanyahu en directo desde las Naciones Unidas. No los hemos olvidado ni un segundo. El pueblo de Israel está con ustedes. No flaquearemos ni descansaremos hasta traerlos a todos a casa".
Según las cifras oficiales compartidas por el gobierno israelí, aún quedan 48 personas en manos de Hamás, incluyendo civiles y personal militar.
Netanyahu aprovechó el foro para enviar un mensaje claro a los dirigentes restantes del grupo armado palestino: "Depongan las armas, dejen ir a mi pueblo, liberen a los rehenes, a todos, a los 48, liberen a los rehenes ahora. Si lo hacen, vivirán. Si no, Israel los perseguirá".
Estas declaraciones se insertan en un contexto de fuerte tensión internacional, donde crecen las críticas por el número de víctimas civiles, la destrucción de infraestructura crítica y las restricciones al acceso humanitario en Gaza.
Desde el ataque del 7 de octubre de 2023 —considerado el más mortífero perpetrado por Hamás en territorio israelí—, el conflicto ha escalado a una ofensiva militar a gran escala por parte de Israel. De acuerdo con datos de organismos internacionales, se contabilizan decenas de miles de muertos y millones de desplazados en Gaza.
Además, diversas organizaciones de derechos humanos han señalado posibles violaciones al derecho internacional humanitario, lo que ha provocado que instancias como la Corte Penal Internacional aumenten su escrutinio sobre las acciones de ambas partes.
La escena en la Asamblea General de la ONU dejó clara la división que existe en la comunidad internacional respecto al manejo del conflicto. La salida de delegados durante el discurso fue interpretada como una protesta simbólica contra las políticas del gobierno israelí, especialmente tras semanas de reportes sobre la situación humanitaria en la Franja de Gaza.
Mientras tanto, las familias de los rehenes continúan a la espera de una solución. En Israel, las manifestaciones por su liberación se han intensificado, así como los llamados de sectores de la sociedad civil para alcanzar un alto al fuego y buscar una salida diplomática. Sin embargo, tanto Israel como Hamás mantienen posiciones firmes, lo que complica los esfuerzos de mediación de organismos internacionales y gobiernos aliados.
El discurso de Netanyahu, tanto por su contenido como por la forma en que fue difundido, refleja el giro comunicacional y político que Israel ha adoptado en medio de uno de los conflictos más graves de las últimas décadas en Medio Oriente. La situación sigue siendo crítica, con múltiples actores internacionales buscando mediar un cese al fuego, sin éxito hasta el momento.
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