

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- A pesar de avances en la reducción de la pobreza, América Latina continúa siendo la región más desigual del mundo. Así lo reveló el más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), donde se indica que el 10% más rico de la población concentra el 34.2% del ingreso total, mientras que el 10% más pobre sólo recibe el 1.7%.
Este desequilibrio, considerado como parte de una “trampa estructural”, está alimentado por factores que van desde el rezago educativo y el empleo informal hasta la desigualdad de género y la falta de institucionalidad social sólida.
En 2024, el nivel de pobreza por ingresos bajó al 25.5% —el más bajo en décadas—, con una reducción destacada atribuida principalmente a México. Sin embargo, la CEPAL advierte que el ritmo de mejora podría desacelerarse en 2025 por el bajo crecimiento económico.
Por otro lado, la pobreza multidimensional, que considera deficiencias en vivienda, salud, servicios básicos y educación, cayó del 34.4% en 2014 al 20.9% en 2024, aunque sigue afectando de forma desproporcionada a mujeres, niñas, niños y comunidades rurales.
En educación, los datos son preocupantes: el 28% de jóvenes entre 20 y 24 años no ha concluido la secundaria, y más del 70% de los estudiantes de 15 años no domina competencias básicas en matemáticas. Las brechas se profundizan entre estudiantes de escuelas públicas y privadas.
El panorama laboral también enfrenta desafíos estructurales: el 47% de los trabajadores en la región están en condiciones de informalidad. Además, la sobrecarga de tareas domésticas no remuneradas afecta el acceso de las mujeres a oportunidades educativas y laborales.
Finalmente, el gasto social promedio alcanzó el 11.6% del PIB en América Latina, pero la CEPAL considera que es necesario fortalecer tanto el financiamiento como las capacidades institucionales de los sistemas sociales para enfrentar las desigualdades persistentes.
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