
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Las guerras del presente ya no se limitan a los frentes de batalla: ahora se libran también sobre los cuerpos de mujeres y niñas. Así lo alerta un informe de Naciones Unidas que documenta un alarmante aumento del 87% en los casos de violencia sexual en contextos de conflicto armado en los últimos dos años.
De acuerdo con el documento, difundido este lunes, el número de mujeres y niños víctimas civiles se ha cuadruplicado en este periodo, resultado de conflictos donde han dejado de aplicarse normas humanitarias y donde la violencia sexual se usa como arma de guerra.
El informe subraya que 676 millones de mujeres viven actualmente a menos de 50 kilómetros de un conflicto armado, en un escenario que marca el mayor número de conflictos activos en el planeta desde 1946.
Casos graves se han registrado en Afganistán, República Democrática del Congo, Haití, Myanmar, Sudán y los Territorios Palestinos Ocupados, donde la impunidad es la norma y la violencia sexual ocurre con frecuencia sistemática. En Haití, más del 66% de las agresiones reportadas son de carácter sexual, mientras que solo en Kivu del Norte, en el este del Congo, se han reportado 38 mil casos en lo que va del año, tras la ofensiva de grupos rebeldes.
La violencia no se limita a las agresiones físicas. El informe destaca un fenómeno creciente de violencia reproductiva, que incluye la destrucción intencional de hospitales de maternidad y el bloqueo al acceso a servicios de salud sexual. En Gaza, miles de mujeres están dando a luz sin anestesia, sin atención postparto ni agua potable, muchas veces entre escombros.
“Estas violencias ya no son daños colaterales; se han convertido en herramientas de guerra tan comunes como las armas de fuego”, señala el informe.
Las declaraciones de funcionarios de la ONU son contundentes. El Secretario General, António Guterres, reconoció un retroceso histórico en los derechos de las mujeres en contextos de guerra. Por su parte, Sarah Hendriks, directora de ONU Mujeres, denunció que “estas cifras reflejan una guerra librada sobre los cuerpos de mujeres y niñas, en un desprecio alarmante por el derecho internacional”.
Además, se destaca un contraste inquietante: mientras las agresiones contra mujeres aumentan, el gasto militar global creció 9.4% en un solo año, el aumento más alto desde el fin de la Guerra Fría.
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