
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Todos lo hemos vivido: cae un aguacero imprevisto y las calles se transforman en ríos. El tráfico se paraliza, los coches quedan varados y el caos se apodera de la ciudad. Aunque solemos culpar al clima o a un drenaje deficiente, hay un factor menos evidente que contribuye al colapso urbano: la basura que generamos y no sabemos manejar.
En México, cada persona produce alrededor de un kilo de residuos al día, y gran parte de ellos son reciclables. Sin embargo, la falta de separación desde casa convierte estos materiales en enemigos silenciosos del sistema urbano. Botellas, bolsas o envases tirados sin criterio acaban bloqueando coladeras, invadiendo ríos y afectando la salud pública.
Mucho más de lo que imaginamos. La basura mal gestionada termina en los drenajes, impide el flujo del agua de lluvia y colapsa la infraestructura pluvial. Separar residuos desde casa no solo facilita su reciclaje, también impide que acaben donde no deben.
Por ejemplo, separar el PET, los plásticos flexibles o el cartón evita que se conviertan en tapones para el sistema de drenaje. Además, estos materiales regresan al ciclo productivo en forma de nuevos productos, generando empleos e impulsando la economía circular.
Un solo envase PET bien separado puede convertirse en otra botella, fibras textiles o materiales de construcción.
Separar orgánicos permite la generación de abono natural.
Reducir la basura mezclada facilita el trabajo de recolectores y centros de acopio.
Separar residuos es un acto de inteligencia colectiva. No es necesario esperar a que las autoridades resuelvan todo. Desde nuestro hogar, podemos prevenir inundaciones, cuidar el medio ambiente y construir una ciudad más habitable.
RPO