Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Alrededor de las 00:00 horas del 22 de septiembre del 2020, Hanna P. fue despertada por su mejor amigo Diego Urik N., pidiéndole que la acompañará a "hacer unas cosas" durante esa madrugada, sin saber que, el ahora vinculado por feminicidio, presuntamente estaría intentando deshacerse de las pertenencias de Jessica González Villaseñor.
Hanna llegó este viernes al Centro de Readaptación para Menores, en su primera declaración pública y ante el juez de oralidad, Ariel Montoya Romero, a cargo de la causa penal 1404/2020 por el feminicidio de Jessica.
Ahí, en la sala 3, la audiencia comenzó con retraso de un cuarto de hora por un accidente ajeno a las partes. Diego, con el cabello rapado sería representando por una solitaria defensa integrada por un abogado.
El joven mira fijamente a su amiga, se toca la frente, arquea las cejas y escucha atento el testimonio, desde el año y lugar donde se conocieron, y como una amistad de preparatoria terminó en una relación sentimental y sexual sin formalizar, pero con celos de por medio.
"Él era mi mejor amigo, yo confiaba en él, convivíamos siempre. Yo lo amaba pero nunca fui su novia. La relación se empezó a tornar tóxica, pero yo lo amaba". Hanna menciona que, a pesar de la confianza, los temas de conversación entre ellos no involucraba relaciones con otros hombres u otras mujeres.
El 21 de septiembre la joven estaba en el cine con una amiga, cuando Diego le pidió ir a su casa en el Fraccionamiento Bosque Monarca. Alrededor de las 20:40 horas de ese lunes, ella llegó a su vivienda y lo notó "raro", con actitudes inusuales, nervioso y exaltado. También estaba presente Diego S., mejor amigo del señalado.
Cuestionó su actitud en varias ocasiones pero él se negó a darle una respuesta concreta y se limitó a decir "es mejor que no sepas nada, te estoy protegiendo". Tras la contestación, ella salió de la casa con el fin de revisar el Volkswagen, Polo gris oscuro de Diego, y tratar de averiguar si las acciones de su amigo eran por la influencia de bebidas alcohólicas.
En el vehículo encontró una botella pequeña de tequila vacía y en la cajuela, una bolsa negra de basura cerrada, sobre esta, Urik le aseguró que en su interior había objetos relacionados con el deporte que él practicaba, fútbol americano.
Cerca de las 22:00 horas, los tres subieron a la camioneta KIA de la madre del presunto feminicida; dejaron a Diego S. en su casa y se dirigieron a la de ella para pedirle permiso a su mamá de pasar la noche con Urik, ante la insistencia de él.
Ya durante la madrugada, Hanna estaba dormida y Diego la despertó, pidiéndole que la acompañara. Fue entonces cuando el vinculado sacó la bolsa de basura del Polo gris, ella sube de lado del copiloto en la camioneta y él comienza a manejar rumbo a la tenencia de Jesús del Monte, en Morelia. Cerca de la laguna de San José de las Torres, Urik toma la bolsa negra saca un objeto y lo arroja por la ventana con el vehículo en movimiento.
Consciente que la situación no era normal insistió en preguntar por la situación y la actitud de su amigo, pero él la evadió, le preguntó si tenía miedo y terminó por confesarle, "no sé qué hice, no te puedo contar, no sé que hice".
Otro punto en donde Diego se deshizo de otro objeto, fue cerca del Tecnológico de Monterrey, en donde arrojó dos objetos, uno de ellos menciona Hanna era grande y rosa. Ambos regresaron al Fraccionamiento Bosque Monarca, cerca de la 01:00 de la madrugada.
AC
