

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La región judicial de Morelia demuestra una operatividad eficiente, logrando gestionar los recursos ordinarios por encima del 50% de lo gestionado por los interesados. En medio del proceso de transición del Poder Judicial, el magistrado Enock Iván Barragán Estrada, presidente de la Segunda Sala Civil Colegiada de la Región Morelia, detalló la estrategia implementada para mantener el ritmo de trabajo y evitar el rezago en las resoluciones.
El magistrado explicó que, a pesar de la nueva estructura, las salas colegiadas han segmentado la atención de los recursos entre resoluciones unitarias y colegiadas. Las segundas se enfocan en materias civiles y familiares que impugnan sentencias definitivas, mientras que las unitarias atienden recursos ordinarios relativos a autos e interlocutorias, así como la materia mercantil, logrando mantener la parte unitaria “prácticamente al día”.
Barragán Estrada enfatizó el compromiso de las salas colegiadas, las cuales sesionan de manera regular cada semana, emitiendo en tiempo todas las resoluciones correspondientes. No obstante, reconoció que los asuntos que contaban con suspensión previa decretada por el antiguo Consejo del Poder Judicial requieren un proceso posterior para su resolución, ya que es imperativo conceder a los interesados los plazos legales para ejercer recursos como las recusaciones.
La celeridad en la resolución de los expedientes fue un punto destacado por el titular judicial, señalando que se está trabajando incluso por debajo de los tiempos establecidos por la ley para resolver en segunda instancia: “Inclusive voy más allá, por debajo de los términos que la ley establece. En materia civil tenemos 10 días para resolver sentencias definitivas y en materia familiar son 15 días.”
Uno de los logros más significativos durante la transición fue la gestión de la carga procesal heredada. El magistrado recordó que, al fungir como titular de la Novena Sala Civil en el esquema anterior —una sala que ahora se extinguió con la reestructuración—, se instruyó al personal a quedar “en ceros” respecto a los asuntos previos a la suspensión judicial.
Al respecto de si existió un rezago significativo tras el cambio de esquema, Barragán Estrada fue enfático al afirmar que el objetivo se cumplió antes de la fecha límite del 15 de septiembre: “Para cuando se dio la transición al 15 de septiembre, nosotros ya no teníamos ningún asunto pendiente de resolver hasta antes de la suspensión. Entonces no hubo ese rezago en realidad, más que el que lógicamente y jurídicamente se generó con motivo de la suspensión que se decretó.”
La implementación del nuevo esquema, que ahora cuenta con dos salas colegiadas y salas unitarias en Morelia, asegura la continuidad y el apego a los plazos legales, reafirmando el compromiso del Poder Judicial de Michoacán con la impartición de justicia oportuna en la región, refirió el magistrado.
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