Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).-En el panel, ¡Alerta! Diálogos de seguridad por México, Rubén Moreira Valdez, quien actualmente es coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional y exgobernador de Coahuila, aseguró que México va a terminar el sexenio con 200 mil homicidios.
Dijo que durante la Revolución un millón de mexicanos murieron, en diez años, mientras que al final del sexenio van a faltar un millón de mexicanos. "De cada cien adultos, falta uno", por ello son importantes los liderazgos que empiecen a resolver los problemas de fondo y con inteligencia".
Argumentó que "el número de homicidios que contabiliza el gobierno federal es falso y ejemplificó que hubo 17 personas asesinadas en Guerrero, evento del que se reportaron sólo 12, "me imagino que no los habían identificado, pero se fue a cifra negra".
Consideró que el lugar más inseguro es Fresnillo, es la ciudad más violenta seguido por Zacatecas y Nuevo Laredo, "Morelia está mejorando, se nota que la gente está manifestando que es más seguro; hay muchas cosas qué hacer".
Acompañado por el comisionado para la Seguridad y Justicia Cívica de Morelia, Alejandro González Cussi, destacó que, un factor fundamental (para mantener la paz) son los ejecutivos estatales pues “ningún Gobierno estatal puede ser derrotado por el crimen porque la cantidad de dinero que tienen es mucha y porque pueden pedir préstamos”.
Promedió que, si se tiene un presupuesto de 100 mil millones de pesos al año, ya con participaciones, "no hay banda delictiva, que se pueda enfrentar a ti, porque se puede comprar armamento y equipo; desde los gobiernos estatales se pueden hacer muchas cosas”.
A su vez, el comisionado González Cussi, ante jóvenes invitados al panel, dijo que en “la disrupción de lo ordinario”, se pueden atender los temas complejos y hay que tener claridad de “a qué nos estamos enfrentando”.
Afirmó que el tema de la seguridad es un tema muy “complejo y complicado”, por como están las cosas en la distribución política.
Reconoció que en Coahuila se logró generar una sinergia, una hegemonía y el compartir objetivos, con todas las instituciones.
Mientras compartió que estuvo dos meses en El Salvador, nación que “logró dar un manotazo con certeza para poner orden en el tema de las pandillas, en donde hubo voluntad política de hacer las cosas, eso falta en nuestro país”.
En este sentido, consideró que “la clase política tiene que tomar la decisión de cambiar las cosas” y que los poderes ejecutivos trabajen de la mano con una sociedad civil, pujante y vigorosa que se involucre.
Compartió que, en el país centroamericano, aprendió que se aplica la estrategia de carreta, en el que cada dependencia, la fiscalía, el ejército,” no son un gabinete, sino una hermandad”.
Por otra parte, dijo que se atiende en tres aspectos fundamentalmente, la justicia cívica, la atención de la proximidad, y la atención a víctimas, en una sede administrativa que “permite cortar la impunidad”.
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