

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El Ensamble Sinfonietta del Festival de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez ofreció esta noche un concierto que llevó al público por seis países en apenas 48 minutos de música sin pausa. Con músicos de tres generaciones, la orquesta de cámara demostró por qué es uno de los proyectos académicos más sólidos del FMM.
Juan Felipe Molano, director artístico colombiano, explicó que Sinfonietta nació hace seis años como un laboratorio de alto rendimiento.
“Esta orquesta está conformada por músicos que audicionan desde diferentes países de Latinoamérica. Cada año tenemos un convivio desde Argentina hasta Estados Unidos”, detalló, destacando que esta edición reúne a violinistas, violistas, cellistas y contrabajistas de estados como Puebla, Veracruz, Ciudad de México, Toluca y, por supuesto, Morelia.
El programa fue un viaje sonoro. Arrancó con Metro Chabacano de Javier Álvarez, homenaje al compositor y exconsejero artístico del festival, fallecido en 2023.
“Esta obra, una de sus más conocidas, quería conectarnos arrancando en México”, dijo Molano, antes de continuar con Navarra de Pablo de Sarasate (España), la Elegía de Chaikovsky (Rusia), Orawa de Wojciech Kilar (Polonia), el Merry-Go-Round of Life de Joe Hisaishi (Japón), el tango Por una Cabeza de Carlos Gardel (Argentina) y cerró con Tico-Tico de Zequinha de Abreu (Brasil).
Molano reveló que el FMM inicia un ciclo trienal: 2025 dedicado a las Américas, 2026 a África y 2027 a Medio Oriente y Europa en la edición 40, subrayando también que el festival se convierte en puente cultural entre continentes.
La ovación fue cerrada. Los músicos, algunos de apenas 17 años y otros ya profesionales consolidados, demostraron que Sinfonietta no solo forma instrumentistas, sino que crea ciudadanía musical.
rmr