
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La Tuna del Distrito Universitario de Michoacán convirtió al emblemático Callejón del Romance en el punto de partida para una velada llena de música tradicional, picardía y conexión entre culturas.
Decenas de morelianos, visitantes y turistas se congregaron para disfrutar del espectáculo ambulante. Entre chascarrillos, serenatas y coplas, los tunos lograron integrar al público de todas las edades, incluso a un grupo de turistas franceses que, sin entender todas las palabras, entendieron perfectamente el lenguaje universal del buen ambiente.
La comitiva musical avanzó por la Calzada de Fray Antonio de San Miguel, donde la alegría continuó al ritmo de guitarras, bandurrias y panderetas. Las canciones de antaño se entrelazaron con bromas espontáneas y dinámicas que hicieron de la callejoneada una experiencia participativa y entrañable.
La noche moreliana se llenó de notas y sonrisas, recordando que la tradición sigue viva cuando se comparte. Y en esta ocasión, fue la tuna quien la hizo sonar con fuerza entre las piedras centenarias de la ciudad.
rmr