Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En los últimos días, en la casa marcada con el número 47 en la calle Joaquín Amaro de la colonia Obrera en Morelia se vive un ambiente con un aire distinto, donde el excepticismo, la expectativa y el fervor se entrelazan con la cotidianidad. La imagen de la virgen Guadalupana, que hace apenas unas semanas, supuestamente derramó "lágrimas de sangre", ha sido cuidadosamente colocada detrás de un ventanal para extremar la preservación de la única prueba de un posible "milagro". Para el día de hoy, fieles y curiosos esperan la instalación de un nicho que brinde mayor protección.
Un Cristo y la figura de San Juan Diego custodian la escultura de la Guadalupana, simbolizando las apariciones en el cerro del Tepeyac, además de parecer una guardia silenciosa ante cualquier eventualidad que pudiera dañar lo que algunos consideran "un milagro".
Era el 2 de junio cuando la noticia sacudió a la comunidad religiosa, pues la imagen de una virgen en el interior de un domicilio de la colonia Obrera habría derramado "lágrimas de sangre".
El fervor religioso y la curiosidad atrajeron a cientos de visitantes, transformando el hogar que albergaba la imagen en un punto de peregrinación.
Jesús Alcázar, titular de la parroquia de la Santísima Trinidad, se encargó de guiar a los fieles y de coordinar los estudios que confirmarían la naturaleza humana de la sangre.
Sin embargo, el bullicio y el número de visitantes ha disminuido con el paso de los días. La afluencia inicial ha cedido a una calma, donde sólo unos pocos se acercan a rezar o mirar con escepticismo la imagen detrás del ventanal de cristal, principalmente fieles que viajaron desde el interior del estado y otros tantos extranjeros.
La intensidad del fervor ha decaído, y lo que una vez fue una avalancha de devotos, ahora es una corriente tranquila de creyentes que mantienen viva la esperanza de un "milagro" aún por confirmar.
En el altar improvisado, una lona recientemente colocada destaca sobre el ventanal. En ella se lee un mensaje atribuido a la virgen, fechado el 6 de junio, unos días después del supuesto fenómeno.
El mensaje señala que las lágrimas de sangre fueron derramadas en señal de "decepción" por la decisión tomada por los ciudadanos en las elecciones del 2 de junio.
“Mi corazón llora de tristeza al ver que el país de México a caído en manos del Comunismo.
¡Oh hijos Míos, cuánta desolación y tristeza les esperan, por no volver sus ojos a Dios y poner su confianza en el hombre...”, expone el material de al menos dos metros de altura, colocado en el costado derecho de la imagen religiosa, y obligando visualmente a leer el mensaje.
La mezcla de política y fe genera murmullos entre los visitantes, auspiciando debates silenciosos sobre la verdadera naturaleza del presunto suceso, aunque hay personas, principalmente señoras de la tercera edad, que intentan convencer sobre el origen creyente y milagroso de un hecho como el que están presenciando.
Mientras tanto, los análisis continúan. La Arquidiócesis de Morelia, ha solicitado paciencia a la comunidad, instando a los fieles a mantener calma y reserva, mientras se esperan los resultados definitivos, ya que es un proceso largo. La cirugía oftalmológica reciente del Arzobispo, Carlos Garfias, ha pospuesto su visita a la colonia Obrera donde oficiaría una misa y se esperaba un mensaje en relación a lo acontecido
Así, la colonia Obrera continúa siendo una referencia sobre el supuesto "milagro contemporáneo" de la Virgen, que ahora, desde atrás del ventanal se convierte en un símbolo de fe y misterio.
Los fieles llegan, rezan, toman fotos, hacen una videollamada para mostrar la figura, y luego, comienzan con la opinión dividida entre su devoción y la duda.
mrh