Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Con historias de vida como la de José Romero Hernández, quien tiene 95 años de edad y desde hace 45 participa en festivales, se realizó el Carnaval de Toritos de Petate.
Durante el recorrido, que dio comienzo en la Fuente de las Tarascas y culminó en la Catedral, Don José recibió un reconocimiento por parte del alcalde Alfonso Martínez Alcázar por su personaje el apache, yendo a pie todo el trayecto, pese a sus casi cien años de vida.
Romero Hernández tuvo diez hijos, de los cuales le sobreviven siete, quienes, a su vez, le ha dado hasta 24 bisnietos, tal como dijo para MiMorelia.com Bernardo Romero Correa, uno de sus primogénitos, cuyo torito, “Ángel del metal”, proviene de la colonia López Mateos y representa a una mujer rockera.
Esta fiesta dignifica y une a los barrios y colonias, además es en familia; es una maravilla. Hay que resaltar estas tradiciones porque se identifican las familias en conjunto de nuestra comunidad
Alfonso Martínez Alcázar, alcalde de Morelia
En una explosión de colorido, derroche de entusiasmo y texturas, participaron decenas de familias que dan vida a la tradición. Fue un ir y devenir de energía: las niñas y niños, los más divertidos; sus padres, optimistas por acercarlos al Carnaval de los Toritos de Petate que recorrió la Avenida Madero, con música de banda.
Sinuhé Ayala, quien tiene síndrome de Down, ha inspirado el Torito Inclusivo “Monarca Down”. Ahora cuenta con 23 años, pero participa cada mes de febrero en el festival desde que tenía diez. Lo acompaña su familia. Él es el apache, su “papi” carga el toro y su mamá lo anima. No importan ni el calor ni el cansancio.
La familia Mier Ruiz sostuvo uno de los toros más grandes, cuyo peso se calcula casi en los 50 kilos: es el “Bufón de Lomas del Durazno”.
Era un sueño de mis suegros, pero fallecieron, y sus hijos lo hacen desde hace dos años en memoria de ellos, mis cuñados y esposo; representan al burrito, la maringuía, el caporal y los apaches
Jessica Nazareht Meregildo Andrade, participante en el Carnaval del Torito de Petate
Todo fue una fiesta. Una familia compraba a diez pesos una bolsita con siete cascarones (huevos de pascua), se los estrellaban unos a otros; o más fácil, portaban una bolsita que expulsaba confeti a su paso. Había toritos pequeños, pero grandes en su interior, como el “Pachuco Travieso” de la Ventura Puente y “El Irlandés” de Congreso Constituyente.
“El Cariñosito” y “El Intrépido” de la Eduardo Ruiz fueron toritos infantiles; a un lado iba Panchito, quien cargaba su torito miniatura. Estos últimos, participan desde hace nueve años, dijo, Roberto Rojas Becerra, quien acudió con su esposa e hijos.
Durante el desfile, en el que se estima que participaron 40 mil personas, la Policía de Morelia realizó un operativo y hubo presencia de la Guardia Civil.
Ya en la Catedral de Morelia, las autoridades montaron un escenario al que, al llegar, se encaramaron bailando los toritos, ante el regocijo de los espectadores. Uno a uno arribaron los antes mencionados, además de “El Medio Metro” de La Soledad; “El Villano, “de Tiníjaro; “El Desvelado”, de la 23 de Marzo; “El Rencoroso”, de La Juárez; o “El Relámpago”, de la Ricardo Flores Magón.
En total, casi 80 toros que hicieron el anuncio del inicio de la Pascua en una simbiosis entre una festividad pagana y la religión católica, en que se escuchó un solo mensaje: la vida es una y hay que vivirla, tal como Don José que la disfruta tanto que, a sus 95 años, le sigue sacando jugo.
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