
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Es importante preservar el arte plumario en los rebozos para continuar con esta tradición cultural; sin embargo, también es fundamental que la población adquiera este tipo de prendas para que las y los artesanos puedan mantener vivo este legado, destacó María de los Ángeles Rodríguez Bautista, artesana originaria de la comunidad de Ahuiran del municipio de Paracho, Michoacán.
Desde el Hotel Mansión Solís, donde se lleva a cabo el Primer Festival del Rebozo este sábado hasta las 20:00 horas, la artesana agradeció a todas las personas que hicieron posible el evento, ya que permitió que artesanos de distintas regiones de Michoacán pudieran ofrecer sus rebozos al público.
“El día de hoy venimos más de 40 artesanos a presentar nuestros hermosos rebozos emplumados”, recalcó María de los Ángeles quien extendió una invitación a la ciudadanía para que asistían a dicha feria.
Aunado a esto, relató que su madre, la señora Cecilia Bautista, fue una de las pioneras en impulsar la técnica de los rebozos emplumados: “Ella nos dejó este bonito legado, esta bonita herencia de decorar los rebozos con plumas”, añadió.
Sobre el origen de esta técnica, comentó que el relato familiar cuenta que su madre, al salir del campanario, encontró plumas llamativas tiradas en el piso. Las recogió, les dio un tratamiento especial y luego las colocó en la punta de un rebozo. Así nació el arte plumario en esta prenda tradicional, -explicó-.
Agregó que esto ocurrió hace aproximadamente 50 años, y desde entonces varios artesanos —ella incluida— se han dedicado a preservar esta técnica, la cual también se inspira en los antepasados que utilizaban plumas en sus vestimentas.
En este contexto, enfatizó que para conservar esta tradición no basta con el trabajo de las y los artesanos, sino que también es necesario el apoyo de la sociedad mediante la adquisición de estas piezas, lo que permite seguir creando y ofreciendo sus productos.
Rodríguez Bautista explicó que un rebozo de telar de cintura se elabora con hilo de algodón, o hilo egipcio —el más delgado—, y su proceso de creación, que incluye diseño, tejido, arte plumario o aplicación de flores, puede tardar alrededor de tres meses.
Detalló que el precio de los rebozos depende de estos factores, y puede ir desde los 2,000 pesos en los modelos más sencillos, hasta 10,000 pesos en los más elaborados.
Finalmente, señaló que preservar el uso del rebozo es de suma importancia, ya que en las comunidades tiene una conexión profunda con la maternidad y la vida cotidiana de las mujeres. Sin embargo, con el paso del tiempo, el rebozo también se ha convertido en un complemento de la vestimenta de mujeres en la ciudad.
Al respecto, comentó que, independientemente de su uso —ya sea como prenda tradicional o como accesorio urbano—, el rebozo sigue siendo una forma de promover la cultura michoacana y de darla a conocer en otros lugares del mundo.
mrh