
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En un contexto marcado por políticas antiinmigrantes y discursos de criminalización, la comunidad michoacana en Estados Unidos alza la voz a través del arte. La exposición "Libro: Travesías y Resistencia", que será inaugurada este 14 de junio en la Casa Michoacán DuPage de Chicago, reúne a 106 artistas en un proyecto de gráfica colaborativa que transforma el grabado en trinchera de identidad y denuncia.
José Luis Gutiérrez, expresidente de la Federación de Clubes Michoacanos en Illinois y líder de la Casa Michoacán DuPage, subraya el poder político de la cultura: "El arte es resistencia. Reafirma nuestra identidad y le dice a la sociedad estadounidense: aquí estamos, estas son nuestras aportaciones. Compartimos valores de familia y comunidad, pero exigimos reconocimiento".
El programa “Presencia Cultural Michoacana 2025”, que inició el 2 de junio y se mantendrá todo el mes, contempla la presentación de la exposición de grabado que tiene al libro como objeto de reconocimiento y en la cual participan artistas de ambos países. Bajo la curaduría del maestro Mizraim Cárdenas, cada obra reinterpreta el libro como símbolo de memoria migrante. "Los grabados documentan la travesía, pero también la resiliencia frente a la criminalización. Es un archivo colectivo que desafía la narrativa oficial", explica el reconocido artista michoacano. Comenta que las técnicas tradicionales —xilografía y linóleo— rinden homenaje a la gráfica popular mexicana, mientras las siluetas de libros desbordan imágenes de derechos vulnerados y sueños fracturados.
Gutiérrez vincula el proyecto con la urgencia política: "Trump impulsa leyes que amenazan deportaciones masivas y un impuesto a las remesas. El 70 % de los jornaleros son mexicanos, muchos indocumentados. Nuestra economía binacional está en riesgo". Frente a esto, el arte se vuelve herramienta de visibilización: "Cuando callan nuestras voces, los grabados siguen hablando".
La resistencia creativa, destaca Cárdenas, es también pedagógica: "Queremos cambiar la narrativa. Los migrantes no son delincuentes: luchan por sustento y dignidad. Estas obras enseñan su contribución real a Estados Unidos". La exposición viajará al municipio de Jiquilpan, Michoacán, y al Centro Cultural de la UNAM en Morelia, llevando consigo un mensaje contra la desmoralización.
El arte como escudo comunitario se evidencia en la participación masiva: 30 artistas radicados en Estados Unidos —encabezados por el grabador René Arceo— dialogan con colectivos michoacanos como Insecto Negro (Morelia) y Los Achoques (Pátzcuaro). Estudiantes de la UNAM y la Universidad Michoacana aportan miradas frescas, creando un "puente generacional" que, según Gutiérrez, "fertiliza el orgullo identitario en las nuevas generaciones".
Cárdenas revela el trasfondo simbólico: "El libro fue elegido por su historia como vehículo de ideologías. Estos grabados son 'páginas' que archivan nuestra verdad: la migración como acto humanista, no criminal". La técnica refuerza el mensaje: al usar papel estándar y evitar firmas, las obras se democratizan, emulando el arte popular accesible "para que la gente las lleve a sus hogares".
Ante el panorama sombrío —presupuestos que recortan salud para financiar centros de deportación—, Gutiérrez llama a la unidad binacional: "Necesitamos que empresas mexicanas en EE.UU. presionen al Senado. Y que los gobiernos de México, federal y estatales, apoyen más proyectos como este. La cultura es nuestra trinchera".
El futuro ya tiene máscaras: Mizraim Cárdenas anuncia que en 2026 el tema será "Danza y Máscaras Tradicionales de Michoacán", vinculándolas con la migración. "Como la gráfica, la máscara es un arte inclusivo: representa personajes, pero también rostros anónimos de la diáspora". Proyectan expandirla a casas de migrantes de Puebla, Oaxaca y Zacatecas.
El artista michoacano explica que el impacto de las exposiciones ya ha trascendido espacios y fronteras: en 2024, la exposición Ofrenda Michoacana llegó al National Museum of Mexican Art en Chicago y hasta Japón. "El arte viaja donde la voz política no siempre llega", celebra Cárdenas. Gutiérrez agrega: "Cuando exhibimos en Coachella o Japón, mostramos que Michoacán no solo exporta mano de obra: exporta cultura y resistencia".
Para ambos, la cultura es antídoto contra el miedo. "Los niños migrantes sufren bullying en escuelas; las redadas siembran terror", lamenta José Luis Gutiérrez. Frente a esto, el grabado se vuelve refugio: "Estas imágenes dicen: no estamos solos. Nuestra historia y derechos están grabados en papel… y en la memoria colectiva".
Mientras Travesías y Resistencia se abre en Chicago, sus ecos reverberan en Michoacán. En cada estampa hay un reclamo: que el arte no es lujo, sino "archivo incorruptible", dice el maestro Cárdenas, y "semilla para futuras luchas", señala el líder de la comunidad michoacana en Chicago, José Luis Gutiérrez. En tiempos donde políticas tóxicas intentan borrar identidades, la gráfica michoacana demuestra que la cultura, cuando se organiza, es la protesta más imborrable.
rmr