Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Tras una serie de gestiones administrativas y técnicas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) autorizó el pasado 11 de septiembre de 2024 el proyecto de restauración de la primera crujía del Portal Galeana, específicamente en el área de circulación frente a la tienda Sanborns, en la esquina de la avenida Madero con Ignacio Zaragoza. Este emblemático portal moreliano, que cuenta con un flujo considerable de transeúntes y visitantes en fechas de eventos importantes, ha requerido medidas preventivas para asegurar la seguridad y la preservación de su estructura histórica.
Jesús Olivares, arquitecto perito del INAH en Michoacán, explicó que los trabajos de restauración se centran en la cubierta y el entrepiso, y que, aunque la estructura visible de apuntalamiento pueda parecer invasiva, cumple una función preventiva y de protección. “Lo que actualmente vemos en el sitio son medidas provisionales para asegurar la estructura mientras avanzan las labores de restauración”, comentó Olivares.
La restauración, que exige un cuidadoso análisis de las técnicas constructivas originales, incluye la rehabilitación de las vigas siguiendo especificaciones detalladas para respetar los materiales y métodos de la época de construcción del inmueble. Según Olivares, el INAH determinó el tipo de madera, los porcentajes de humedad requeridos, y el espaciamiento de las vigas, además de asegurarse de que estos elementos cumplan con características tradicionales en cuanto a grosor y separación.
“El proceso no es rápido, debido a que se requieren materiales específicos que deben cumplir con condiciones muy puntuales. Por ejemplo, la madera necesita ser tratada para resistir las condiciones climáticas de la región, y debe tener un tiempo de reposo adecuado para estabilizar su humedad al sitio”, precisó el arquitecto. Este minucioso procedimiento de preparación y adaptación de los materiales significa que las obras no concluirán en menos de seis meses, aunque las autorizaciones del INAH cuentan con una vigencia de un año.
Sobre los retos enfrentados por la empresa responsable de los trabajos, Olivares señaló que algunos retrasos en los trámites de autorización podrían estar vinculados a cuestiones internas de la compañía y no a la respuesta del INAH. La intención del instituto, subrayó, es siempre facilitar el desarrollo de obras que respeten el patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad, garantizando su integridad para futuras generaciones.
mrh