Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El Hotel Virrey de Mendoza, ubicado en el corazón de Morelia, sigue sin un futuro claro tras años de inactividad, Lizbeth Aguilera Garibay, perito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Michoacán, recordó que el inmueble fue objeto de un procedimiento administrativo por razones laborales, el cual concluyó en diciembre de 2023 con la entrega del edificio a sus propietarios.
En entrevista con MIMORELIA.COM, Aguilera Garibay explicó que su participación en el proceso fue meramente observacional, ya que el INAH no tiene injerencia en asuntos administrativos o legales de propiedades privadas. Durante el acto de entrega, se realizó un recorrido parcial por los corredores del inmueble sin acceso a las habitaciones, debido a que el sistema de tarjetas electrónicas de las cerraduras no estaba operativo.
Entre las precisiones que compartió la perito, destacó que antes de la huelga de trabajadores, el recinto había sido recién pintado y los colchones reemplazados. Sin embargo, tras años de abandono, el polvo se ha acumulado en las habitaciones, aunque hasta el momento no se ha identificado ningún riesgo estructural ni problemas de humedad.
La perito indicó que si los propietarios del hotel desean reabrirlo, deberán cumplir con ciertos trámites administrativos ante el municipio y el gobierno estatal, especialmente en lo referente a permisos de operación, infraestructura y servicios básicos como agua y luz.
Por su parte, el INAH solo intervendría si se requiere realizar alguna obra de restauración o mantenimiento en el inmueble, para lo cual es necesario tramitar la autorización correspondiente.
"Si solo se realizan labores de limpieza, no se necesita permiso del instituto", aclaró Aguilera Garibay. Sin embargo, si el edificio presenta deterioro por filtraciones, humedad u otros daños, se deberá gestionar un trámite específico ante el INAH.
Dada la ubicación del hotel en la zona de monumentos históricos de Morelia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el rescate del inmueble dependerá completamente de la decisión de sus propietarios, ya que al tratarse de un bien privado, ni el INAH ni ninguna otra institución pueden intervenir sin su solicitud.
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