Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Familias enteras se dieron cita en la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima de Morelia para disfrutar de la dulzura y elegancia de las notas más exquisitas, en el marco del Festival de Verano “Sinfonietta”, en la que jóvenes artistas integrantes interpretaron tres obras de compositores con la más alta sensibilidad.
Bajo la Dirección de Juan Felipe Molano, en un primer momento abrieron con la “Obertura para los Reales Fuegos de Artificio” de Georg Friedrich Händel (1685-1759).
De acuerdo con Mercedes de León, ésta “es una de las piezas orquestales más conocidas de G. F. Händel (1685-1759), fue estrenada en 1749 en el Green Park de Londres en honor al rey George II de Inglaterra por el fin de un conflicto bélico, en la fastuosa celebración que incluía un gran espectáculo de fuegos artificiales”.
Y es que, de acuerdo a los organizadores, “Händel utiliza una brillante orquestación que exige cuerdas, timbales y un número inusual de instrumentos de viento. La Obertura que abre este concierto es su primera parte: comienza con una introducción lenta, fuerte y marcial, llena de ritmos punteados y fanfarrias, seguida por una sección rápida, de carácter triunfal, que exige mucho a los músicos tanto en su desempeño individual como en el todo orquestal y es una fiesta de color orquestal para el público”.
Asimismo, interpretaron el Concierto Barroco para Dos Violines Allegro Tranquilo de Manuel Enríquez (1926-1994), que de acuerdo con las notas del programa, juegan “con el tiempo y el espacio”, en la obra creada en 1978 por Manuel Enríquez (1926-1994), compositor y violinista mexicano, “que utilizó la plantilla instrumental de un doble concierto barroco para ofrecer una obra que, resulta original en su propuesta musical”.
Con Allegro, Tranquilo, Allegro, la obra fue interpretada por: Daniel Romo y Adriel Murillo con violín primero, mientras que Sebastián Chacón y Andrés Mendieta, con violín segundo fueron los solistas de la noche.
Así como la Sinfonía No. 1 “Clásica” de Sergei Prokófiev (1891-1853), con Allegro, Larghetto, Gavotte: Non troppo allegro, y Finale: Molto vivace.
La pieza fue compuesta en 1917, en la forma tradicional de la sinfonía del siglo XVIII y con un lenguaje y estructura que imita aquella, pero con la inclusión de elementos sonoros de indudable pertenencia al siglo XX, que la hacen parecer más parodia que homenaje.
Cabe recordar que la Sinfonietta ha reunido a 39 jóvenes talentosos de 9 países del continente americano.
El Director Luis Felipe Molano expuso que se revisar más de 100 aplicaciones para seleccionar a los 39 jóvenes de la Sinfonietta quienes han demostrado dotes significativos para interpretar la majestuosidad de las obras.
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