
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El encendido de la Catedral de Morelia es un evento impulsado por el Ayuntamiento encabezado por el alcalde Alfonso Martínez Alcázar, y coordinado a través de la Secretaría de Turismo Municipal. Cada sábado, en punto de las 21:00 horas, este espectáculo de luces y sonido convoca a cientos de morelianos, visitantes y turistas frente al icónico recinto de cantera rosa.
La secretaria de Turismo de Morelia, Thelma Aquique Arrieta, ha señalado que de manera habitual el encendido reúne a cerca de tres mil asistentes, aunque en temporada vacacional la cifra puede superar las 6 mil 500 personas.
Con el paso de los años, este evento se ha consolidado como uno de los “imperdibles” de la capital michoacana. Sin embargo, lo que pocos imaginan es la cantidad de trabajo que hay detrás de cada presentación: la coordinación de equipos de audio y pirotecnia, servicios públicos, seguridad, Protección Civil y el apoyo de la Arquidiócesis de Morelia.
En entrevista para MIMORELIA.COM, la Secretaría de Turismo Municipal y las personas involucradas compartieron desde el lugar de los hechos los detalles del detrás del espectáculo “Luces de Catedral”, que este mes de septiembre se acompaña de un popurrí de música mexicana.
La selección de la pista musical comienza aproximadamente una semana antes, aunque en ocasiones se planea con más anticipación. La melodía debe responder al contexto del mes —como las festividades patrias— y, al mismo tiempo, tener tanto la intensidad, como el dinamismo necesario para coordinarse con los fuegos artificiales.
Una vez seleccionada la pista, se envía al proveedor de pirotecnia, que junto a su equipo diseña digitalmente los momentos exactos en que se detonará cada fuego artificial. Esta propuesta regresa a la Secretaría de Turismo para su aprobación y, con el visto bueno, inicia la fabricación del material que dará vida al espectáculo.
El día del encendido, la jornada de trabajo arranca alrededor de las 15:00 horas con la llegada del equipo de audio y la instalación de los primeros componentes.
“Tenemos 16 bocinas para medios y 8 para bajos. Posterior a esto se empieza a cablear, se realiza la segmentación de la salida de audio de los equipos. Las pruebas inician a las seis de la tarde y de ahí hasta las 8 de la noche; así se deja todo debidamente instalado y listo”, explicó el encargado de audio, quien detalló que seis personas se encargan de esta labor.
El segundo equipo en llegar es el de pirotecnia, liderado por Adrián García, representante de la empresa Fuegos Artificiales García, con más de seis décadas de experiencia en el sector. García recordó que han colaborado en el encendido de la Catedral durante al menos cuatro administraciones, perfeccionando con los años cada montaje.
El proveedor resaltó que cuentan con los certificados y permisos necesarios para manipular este tipo de artefactos, particularmente expedidos por Protección Civil y la Sedena. En promedio —aunque cada encendido es distinto— se utilizan alrededor de 650 fuegos artificiales de diferentes colores: amarillo, azul, rojo y verde, los cuales cambian cada fin de semana para evitar repeticiones.
“Todo es a base de computación. El municipio nos da la canción, y con un programa en específico se realiza la maqueta”, destacó Adrián García, quien además compartió su emoción de participar como moreliano en un espectáculo que cada fin de semana disfrutan cientos de personas.
Por su parte, Ventura Barajas, encargado de la detonación, explicó que él se encarga del diseño de cada encendido: “La verdad sí se necesita mucha imaginación, pero también es un proceso intuitivo. Es divertido, más porque puedo combinarlo con la electrónica, que acompañada de la pirotecnia nos da el espectáculo de Luces y Sonido”.
El diseño compartió que puede tomar desde un par de horas hasta más de un día, dependiendo de la complejidad de la melodía. El montaje inicia a las 17:30 horas y alrededor de las 20:30 todo queda cableado y listo para las pruebas correspondientes.
“Sí implica un trabajo complicado. Luego nos dicen que duró cuatro o cinco minutos, y sí, pero implica el esfuerzo de muchísimas personas, más de 20 involucradas de distintas áreas en todo momento”, precisó la Secretaría de Turismo Municipal.
La organización requiere de varias dependencias. La Secretaría de Turismo se coordina con la Secretaría del Ayuntamiento para los permisos correspondientes, mientras que con Protección Civil se revisa la seguridad y las condiciones del clima. También participan las áreas de Residuos Sólidos, Alumbrado Público y la Arquidiócesis de Morelia, que define horarios y accesos al recinto.
Un momento clave ocurre cuando el área de Alumbrado Público ilumina la Catedral: una persona permanece en planta baja mientras otras dos suben a las torres y, con cronómetro en mano, encienden las luces de manera manual para sincronizarlas con la música y la pirotecnia.
Al mismo tiempo, la Policía Morelia resguarda el perímetro y realiza cortes a la circulación sobre la avenida Madero. Por su parte, elementos de Protección Civil Municipal arriban con una o dos unidades de bomberos para atender cualquier emergencia y garantizar la seguridad de los asistentes.
A las 20:30 horas todo el cableado queda conectado, el audio está listo y se inician las pruebas. En este momento se revisan también la consola y las computadoras para monitorear el programa que controla la pirotecnia y de ser necesario realizar los ajustes que les indique la consola.
Mientras tanto, afuera de la Catedral comienzan a reunirse familias, personas de la tercera edad, niños, jóvenes, visitantes y turistas. Algunos se acercan con curiosidad y preguntan si habrá encendido, a lo que el personal responde: “Así es, a las nueve de la noche”.
En punto de las 21:00 horas se da la tercera llamada. Suena el tradicional intro que describe la historia y belleza arquitectónica de la Catedral de Morelia. Los asistentes levantan sus celulares para captar la mejor toma o grabar un video de recuerdo, mientras otros prefieren disfrutar el espectáculo sin pantallas de por medio.
En este mes, la melodía que acompaña el encendido es un popurrí de música mexicana, cuyo dinamismo se acentúa con los fuegos artificiales que iluminan el cielo de colores verde, rojo y amarillo. Niños gritan de emoción, parejas aprovechan el momento para compartir un beso y todos los presentes se dejan envolver por la magia del instante.
El espectáculo culmina entre aplausos y sonrisas. Poco a poco la gente se retira, mientras la Policía Morelia y Protección Civil vigilan que la aglomeración se disuelva con seguridad para reabrir la circulación vial. Y desde la entrada de la Catedral de Morelia tanto el equipo de la Secretaría de Turismo, como lo proveedores de audio y pirotecnia proceden a recoger todo el equipo que se requirió durante el encendido.
El encendido de la Catedral dura apenas unos minutos, pero detrás hay horas de trabajo y la coordinación de más de 20 personas. Cada sábado, la precisión, la creatividad y el esfuerzo colectivo se conjugan para que morelianos y visitantes vivan una experiencia única que, más allá de las luces y la pirotecnia, refleja la identidad y tradición de la capital michoacana.
BCT