Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El Atlas de Riesgos de Morelia deberá impactar en la actualización de la normatividad municipal en materia de construcción para garantizar la seguridad estructural de las futuras edificaciones, dependiendo del lugar donde estén proyectadas, comentó la secretaria de Desarrollo Urbano y Movilidad, Joanna Moreno Manzo.
Entre los avances que se podrían tener a partir de esta información está la detección de zonas de "micro zonificación sísmica" que podrían derivar en reglamentos de construcción más precisos para la autorización de licencias, dependiendo del lugar en donde se pretenda edificar. Esta sería la primera ocasión que Morelia contara con una normatividad de este tipo.
"Algo muy importante es que por primera vez se hizo un estudio de hundimientos, que algunas veces es por fallas y otras por el suelo, por los mantos, etcétera, y otra muy importante es cómo se mueve el suelo en sismos; se hizo una microzonificación sísmica, vinieron del Sismológico Nacional, se trajeron las estaciones, los sismógrafos para medir cómo se mueve el suelo y con eso tendremos que renovar el Reglamento de Construcciones; hay una norma técnica donde se establece un coeficiente sísmico, es decir, cómo tengo que cimentar, por ejemplo", dijo.
La funcionaria municipal explicó que gracias a los estudios realizados por el Instituto de Geofísica de la UNAM y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo se ha podido detectar y documentar ampliamente las llamadas "fallas geológicas", pero se tenía poca información sobre las zonas de mayor impacto sísmico, debido a múltiples factores, ya sea por el tipo de terreno o la ubicación del mismo. El movimiento de la tierra, causado por los sismos, es distinto dependiendo del lugar y, por consiguiente, el impacto que puede tener varía.
"Se pusieron unas estaciones en diferentes puntos de la ciudad para ver cómo se mueve el terreno, cómo se acelera en un espacio o en otro espacio […] no solo son el tema de las fallas (geológicas) sino por el tipo de suelo […] a veces uno creería, eso es lo que nos dicen los ingenieros civiles que se han especializado en temas de sismos y estructuras, que no es lo mismo el riesgo que significa para un edificio que para una vivienda y uno pensaría que es mayor el riesgo para un edificio y nos decían no, depende de cómo se mueve el suelo, entonces habrá algunas zonas que será mayor el riesgo para las viviendas que para los edificios […] ya sabemos que no en todos lados se mueve igual el suelo, por lo tanto, no en todos lados tenemos que tener las mismas reglas (de construcción)", agregó.
El Atlas de Riegos permite conocer con mayor detalle, por ejemplo, el trazo de las "fallas geológicas" y el número de viviendas que están asentadas sobre ellas. Conocer estos datos permite tomar decisiones informadas no solo para las autoridades, sino para quienes viven en esas zonas o en un futuro podrían hacerlo.
Moreno Manzo, quien como titular del Instituto Municipal de Planeación (Implan) estuvo a cargo de la elaboración del Atlas de Riegos, comentó que además de los riesgos contemplados en este tipo de documentos como los Sanitario-Ecológicos; Geológico; Hidrometereológico; Químico-Tecnológico, incluyeron otros como los socio-organizativos que tienen relación con la movilidad vehicular o de personas.
Al ser cuestionada si el Atlas de Riesgos había sido elaborado con décadas de retraso, la funcionaria explicó que ya se tenían estudios sobre las características de la ciudad y para este documento se partió precisamente del Atlas de Peligros Geológicos del 2011; sin embargo, sí reconoció que este documento cuenta con mayor precisión y amplitud de datos que cualquier otro instrumento para que cualquier persona lo pueda consultar a través de internet. Además, comentó que es un "instrumento vivo" que deberá ser actualizado de forma continua para estar permanentemente actualizado.
"Este Atlas tiene una característica específica; (el Instituto de) Geofísica (de la UNAM) les dejó todas las bases de datos, todas las fórmulas, vamos a decirlo, para que cada que haya un nuevo fenómeno se puedan ir registrando y quizá una vez al año puedas ir haciendo una actualización de algunos riesgos, y quizá cada cinco haces de todo el Atlas, pero la intención es que sea un instrumento vivo, es decir, mañana hay una lluvia atípica, algún fenómeno, unas inundaciones, se registran; ¿quiénes van a ser los responsables de llevar ese registro? Protección Civil y el Instituto Municipal de Planeación […]", aseveró.
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