Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Marbella Romero, quien inició a temprana edad en una escuela taurina, dijo que la fiesta de los toros requiere una preparación física, técnica, mental y teórica pues “la preparación de un torero es como la de un atleta de alto rendimiento, debe estar muy bien físicamente para que el miedo no lo absorba, porque como dijo Jorge de Jesús 'El Glison', ‘el miedo es el primer invitado a la fiesta’ se debe estar preparado para vencerlo con seguridad'”.
La preparación fue fundamental, “fueron muchas cornadas y cates, a mí me tocó un momento difícil porque todavía había machismo, no había muchas oportunidades de que los ganaderos invitaran a practicar en el campo; (las personas) se burlaban de ti, estaban esperando que una becerra te diera una maroma, que no triunfaras, mucha gente iba a verte torear por el morbo, pero afortunadamente siempre estuve convencida de que era lo que quería”.
Fue aplicada, no se desvelaba, no iba a fiestas, era supervisada por nutriólogo, “obviamente tenía que estar al 1000% preparada y fue bien bonito”.
Primero fue becerrista, luego novillera y al fin matadora de toros, “es como una profesión: tomas la alternativa con todos los honores”.
Recordó que tomó la alternativa al lado de su padrino, el matador Rafael Ortega; con una corrida de la Ganadería de Pepe Garfias, viajó a todo el país, en el sureste tuvo una campaña importante, “sobre todo bueno pues empoderando a la mujer; no era tan común ver a una mujer que pudiera torear y matar toros bravos”.
Marbella toreó a lo largo y ancho del país con “grandes triunfos, porque son los que te abren las plazas en todo el mundo”.
Cosechó triunfos
Su sueño de torear en la Plaza México se cumplió, “fue muy importante porque debuté en un cartel internacional de mujeres; me tocó hacer la historia por ser la primera mexicana que viste de luces y corta la primer oreja”.
Cada año se hace una corrida a los triunfadores de la temporada, “fui como novillera y fue la primera vez que le otorgaron la Oreja de Plata a una mujer, la tengo en un lugar privilegiado”.
Viajó a Seúl en Corea del Sur, en donde participó en una feria histórica con cuatro matadores de diferentes nacionalidades, fue como novillera, representando a las mujeres y a México “fue muy gratificante y sobre todo porque en Asia es se tiene a la mujer muy marginada es algo que causó mucha expectación”.
Marbella, quien estuvo activa 18 años, dijo que “no ha sido fácil pero se puede triunfar y trascender”. Se casó, tiene un hijo de 15 años, todavía toreó un par de años más y ahora, “pues de repente, un festivalito sí me lo toreo”.
Una lucha fructífera
Como secretaria general de “Tradiciones Unidas por México”, integrada por galleros, ‘jaripeyeros’, criadores de caballos bailadores, charros y pajareros, “nos unificamos y aquí en Morelia que querían prohibir la fiesta de los toros pero con ‘Tauromaquia Mexicana’ y con un trabajo quirúrgico lo defendimos con argumentos claros y hechos tangibles”.
Y es que estos espectáculos, dijo, generan derrama económica y empleo, “el año pasado ganamos y blindamos la fiesta”, lo cual considera como un precedente para la apertura, el próximo domingo, de la Plaza México “que duró cerrada más de 600 días”.
Añadió que deben conservarse las tradiciones y compartirlas con las nuevas generaciones, además de que en Michoacán hay talento, pues destacan figuras del toreo como Hilda Tenorio, Teodoro Gómez, Mauricio Portillo, Alejandro Silveti, Pepe López, Rodolfo Chávez, Paco Dóddoli, además de Isaac Fonseca.
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