Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- "¿Entonces, mamá, esto que estoy viendo es el sol en el espacio? ¡De verdad estoy viendo el espacio!", gritó un pequeñito de apenas seis años, emocionado porque por primera vez en su vida tenía un telescopio al alcance de sus manos y ojos, mientras que una joven del campus Morelia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) le explicaba qué es un eclipse solar y lo que estaba viendo por el ocular del telescopio.
Jurhiata anhant’ani, “ser comido el sol”, así es como los purépechas describen un eclipse. Sin duda, un fenómeno astronómico que pese a la enorme cantidad de información que se tiene, aún sigue generando asombro, sorpresa, emoción e, incluso, para muchos otros, hasta miedo.
Desde antes de las 10 de la mañana ya había personas esperando a que se abrieran las puertas del campus Morelia de la UNAM, padres de familia, abuelos y muchas niñas y niños. Todos con la emoción de ver a través de un telescopio el eclipse de este 2024, fenómeno que se apreció en Morelia en un 81 por ciento, mientras que en el resto del estado la ocultación del sol osciló entre el 77 y 87 por ciento.
Una vez abiertas las puertas, los asistentes, de manera ordenada, comenzaron a formarse en espera de su turno para ver por uno de los 13 telescopios instalados en el campus. Cabe mencionar que en Morelia, el Comité Local de Eclipses Michoacán, instaló tres sedes de observación, además del campus de la UNAM, se ubicaron en el Centro Cultural de la propia Universidad Nacional y en el Planetario de Morelia.
Sin embargo, en las plazas públicas y hasta en las calles se veían personas observando, de manera indirecta, el eclipse, ya sea a través de cajas tipo estenopeicas, hojas de papel, con visores de soldador, con los lentes especiales que se ofertaron en distintos puntos de la ciudad y hasta a través de las sombras de los árboles, en donde el eclipse se pudo observar multiplicado en cada espacio que hay entre hoja y hoja.
En las tres sedes se contó con actividades lúdicas para las niñas y niños, especialistas dieron una explicación de cómo ocurren los eclipses y dejaban en claro que éste fenómeno astronómico no causa ningún efecto adverso ni en animales ni en humanos.
El fenómeno en la entidad comenzó desde las 10:50 horas y alrededor de las 12:10 se alcanzó el punto máximo, en el que la luz y el calor del sol de manera evidente atenuaron, incluso la temperatura bajó.
Al mismo tiempo, en el auditorio del campus se transmitía, en videoconferencia, el eclipse desde Mazatlán, en donde se percibió el 100 por ciento de la cobertura del sol. En ese justo momento, cuando se oscureció la transmisión y apareció la corona solar, amarilla y radiante que contrastaba con la oscuridad que daba la luna, la gente aplaudió emocionada de ver el fenómeno que solamente volverá a ocurrir hasta el año 2052 en nuestro país.
Hay que recordar que el último eclipse total visible en México ocurrió en 1991 y aunque el próximo será en el 2052, en Morelia se podrá un eclipse total hasta el año 2261.
Una vez que pasó el momento cumbre, algunas personas comenzaron a retirarse mientras otras decidieron continuar observando. La actividad, de manera formal, concluyó a las 2 de la tarde.
Algunos datos:
-Se estima que entre 15 mil y 20 mil personas asistieron a ver el eclipse en las tres sedes de observación
-Se contó con 30 telescopios
-Se prestaron alrededor de 3 mil lentes especiales
-250 personas voluntarias apoyaron en la organización y actividades
RYE