Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Cristian Verduzco, sobreviviente del albergue La Gran Familia de Zamora, que dirigía Mamá Rosa, dio a conocer que a 10 años del operativo, solamente 10 personas de las más de 530 víctimas han tenido reparación del daño, tras dar a conocer que por lo menos 20 personas más se han suicidado y otras más se encuentran dentro de la delincuencia organizada.
En rueda de prensa, el ahora activista social detalló que se ha dedicado a apoyar a sus compañeros para obtener, con apoyo de un despacho jurídico privado, la reparación del daño que por ley les toca, luego de afirmar que el Estado Mexicano les ha quedado a deber todo, desde su reinserción a la vida hasta la entrega de sus documentos oficiales que les permitan desarrollarse como ciudadanas y ciudadanos.
“Y así les puedo seguir contando muchas historias de varias víctimas que hasta hoy en día están en el narcotráfico una vez que salieron del albergue La Gran Familia, porque no hubo ese seguimiento del Estado Mexicano. O sea, el Estado Mexicano no solo nos debe una disculpa pedorra, un memorial de no repetición, nos debe todo, y le debe todo a las víctimas del Albergue La Gran Familia, les debe atención psicológica, médica, que se sigan superando en cuanto a estudios, les debe hasta sus documentos hoy en día”.
Cristian, quien hace un par de años publicó un libro con su experiencia de vida, detalló que además las personas que son reconocidas como víctimas de Mamá Rosa son solamente aquellas 530 rescatadas durante el operativo, sin embargo, explicó que aquellos que con anterioridad habían logrado escapar del albergue, no son consideradas para la reparación del daño.
El joven detalló que tras el operativo, él llegó a la Ciudad de México, en donde logró conseguir trabajo y vivir con un compañero del albergue, quien años más tarde se suicidó, lo que lo llevó a comenzar con su activismo social, primero a través de una petición en Change.org, en donde exigió al gobierno federal , al gobierno estatal y a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) rindieran un informe sobre a cuántas víctimas habían apoyado desde el operativo.
“A raíz del dolor y de lo que pasó con mi amigo, empecé a hacer activismo social, empecé a ayudar a mis compañeros para que les dieran apoyo psicológico, médico. Hoy en día han sido reparados 10, pero a través de un despacho que se llama Asesoría Jurídica Victimal, un despacho privado que fue el que me apoyó”.
Dicho despacho le explicó sobre sus derechos y, en ese sentido, dejó en claro la importancia de trabajar para que las personas que vivían en este albergue reciban justicia, sin embargo, detalló, ha sido complicado, porque viven en distintos estados, muchos otros, principalmente, adultos mayores continúan viviendo en albergues y otras más necesitan terapia y atención médica, además de que, en su mayoría desconocen sus derechos.
Finalmente, explicó, que él apoya cada caso y el recurso para poder ayudar lo ha obtenido a través del activismo, dando charlas y con la venta de su libro.
mrh