
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).-Con la reelección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, ha resurgido el temor en la comunidad inmigrante por las posibles deportaciones masivas.
Este panorama no solo afecta a los migrantes indocumentados, sino que también genera una grave preocupación entre los jóvenes ciudadanos estadounidenses, hijos de inmigrantes, quienes podrían enfrentar una situación de desarraigo traumático si sus padres son deportados, según comentó Norma Guerrero, presidenta y fundadora de Misión Hispana, una organización basada en California.
En entrevista con Guerrero, señaló de necesario abordar la crisis psicológica que entre los jóvenes y sus familias, además de manifestar su inquietud ante las declaraciones de Donald Trump:
“Una de las amenazas que hace desafortunadamente el presidente Donald Trump es de que no va a separar familias, sino que los va a mandar con sus hijos. Y yo pienso que eso sería no justo para nuestros hijos ciudadanos americanos, porque primeramente el idioma no lo dominan, el sistema de vida es diferente, posiblemente los empleos, las escuelas”.
Y es que, según Guerrero, los jóvenes, pese a ser ciudadanos estadounidenses, ya muestran altos niveles de estrés y ansiedad por la incertidumbre de su futuro.
En ese tenor, la presidenta de Misión Hispana refirió que muchos de estos jóvenes sienten que su estatus como ciudadanos no garantiza su estabilidad:
“Están preocupados, siendo ciudadanos americanos, hasta el nivel que llegó de que están preocupados por su estancia legal en Estados Unidos.”
Norma Guerrero, dijo, es fundamental la atención a la salud mental que debe abordarse tanto en Estados Unidos como en México.
Y es que, señaló que en caso de deportaciones masivas, las familias llegarían a un país donde muchos no tienen redes de apoyo, empleo o conocimiento del entorno, lo que puede agravar el trauma emocional.
“Ya están con miedo, están con pánico… ya están acelerando su ritmo cardíaco sin que nada les esté pasando. Eso definitivamente es un problema de salud mental. Tanto Estados Unidos como México deben preocuparse por este tema”
mrh