Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Para el investigador nicolaita Arturo Chacón Torres, los problemas ambientales que se registran en Michoacán son causados por un deterioro añejo y permanente que se ha agudizado en los últimos años con la extracción ilegal de agua, la deforestación, el cambio de uso de suelo forestal, la contaminación y la construcción sin control de nuevos fraccionamientos en zonas de recarga hídrica.
Las acciones emprendidas por los diversos órdenes de gobierno para atener algunos problemas ambientales que han despertado la preocupación social, como la pérdida de agua en los lagos de Pátzcuaro y Cuitzeo o la deforestación causada por el desmedido cambio de uso de suelo ilegal para la siembre de aguacates o berries, son limitadas y no están enfocadas a resolver el problema de raíz.
Michoacán, menciona el investigador, es un estado privilegiado a pesar de los problemas ambientales, a diferencia de Guanajuato que se encuentra al borde de un conflicto hídrico que podría impactar en nuestra entidad:
"Los índices de estrés hidrológico a nivel internacional, cuando una nación, un estado o una región alcanza los cinco puntos quiere decir que ya perdiste el agua, ya no tienes agua y que además de eso se te viene una crisis social, que se te viene la pérdida de la gobernabilidad […] el estado que está en 4.9 es el estado de Guanajuato, nuestros vecinos, están a un paso de perder la gobernabilidad […] Michoacán tiene 3.2 y, si bien no estamos en la bonanza, es el estado menos vulnerable desde este punto de vista, sin embargo, estamos dejando extinguir lagos", dijo.
El académico, con 50 años de experiencia en el estudio de este emblemático cuerpo de agua, señala que es una realidad y no una percepción equivocada la pérdida de agua en el lago de Pátzcuaro. Desde 1938 que existen registros sobre la profundidad de este emblemático cuerpo de agua, se ha perdido cuatro metros de profundidad por diversos motivos: extracción ilegal de agua, falta de mantenimiento a los manantiales que existen en la zona, deforestación y obstrucción o almacenamiento ilegal del agua.
“El lago de Pátzcuaro ha perdido cuatro metros de profundidad desde lo que se había registrado en 1938; en 1938 llegaron uno par de japoneses, investigadores, para poder ver la posibilidad de incrementar la productividad pesquera, ellos midieron en su momento 15 metros de profundidad en la estación que nosotros estamos registrando, en la misma estación; después para 1950-60 disminuyó a 14-13 metros, hace 30 años nosotros medimos 12.20 metros y en el año 2019, 30 años después medimos 10.35 metros y ahora en esta sequía, nosotros nos metimos en el mismo sitio y eran 8.5, entonces de que ha perdido su máxima profundidad, sí y eso es muy alarmante y junto con ello perdió superficie y perdió volumen”.
Colocar a algunos policías para detener el llamado “huachicoleo” y darle mantenimiento a algunos manantiales -cuando se calcula que habría entre 200 y 300 en la zona- son acciones plausibles pero muy limitadas, dice el investigador que recuerda que hay muchos estudios y propuestas científicamente elaboradas para la preservación tan solo de este cuerpo de agua; en uno de los proyectos que han sido entregados a anteriores administraciones se planteaban 180 acciones estratégicas para el rescate y preservación del lago.
En el caso de los otros lagos emblemáticos del estado, como el lago de Cuitzeo, reconoce que requiere de una atención distinta por su nivel de deterioro y por su extensión, aunque también con una atención integral puede recuperarse y recobrar su antigua importancia natural e incluso productiva. Dijo en la región tienen detectados alrededor de 200 a 300 manantiales que son una fuente primordial para mantener el nivel de este cuerpo de agua por lo que requiere, al igual que en Pátzcuaro, una atención integral.
Un primer paso sería la declaratoria, por parte del Gobierno de la República, como zona de rescate ecológico, lo que permitiría implementar una serie de acciones para su rescate y preservación, comentó el investigador.
Al ser cuestionado sobre los problemas ambientales en la capital michoacana, dijo que, pese a los problemas de abasto de agua potable, en Morelia hay el agua suficiente para atender la demanda del líquido; sin embargo, la serie de decisiones equivocadas que han sido tomadas por algunas administraciones municipales han puesto en riesgo zonas de recarga.
Y fue claro: la construcción de fraccionamientos al poniente, en la zona sur, el cambio de uso de suelo en áreas naturales protegidas, la construcción de basureros en zonas de recarga y la falta de mantenimiento de manantiales han causado problemas para el abasto del agua que combinados con el mal estado de la red de distribución han ocasionado desabasto en algunas zonas.
rmr
