“Los hijos de la violencia”: el retrato de infancias atrapadas por el narco en Michoacán

El reclutamiento de niñas, niños y adolescentes es una violación grave de derechos humanos, enfatizó Lorena Cortés, especialista en Seguridad Ciudadana con perspectiva de género y tipologías preventivas
“Los hijos de la violencia”: el retrato de infancias atrapadas por el narco en Michoacán
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Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- "Yo no tuve una madre que me protegiera y me llevara a la escuela", fue lo que contestó Lupo, un pequeño que, a su corta edad, descuartizó a 200 personas; era halcón y ganaba 700 pesos por avisar al crimen organizado sobre el paso de "los verdes". Su ubicación era en un bajo puente en la región de Occidente, fue lo que evidenció Lorena Cortés Villaseñor durante el conversatorio de su libro “Los hijos de la violencia y el narco en Michoacán”, que organizó la senadora de la República, Celeste Ascencio Ortega.

El reclutamiento de niñas, niños y adolescentes, resaltó, es una violación grave de derechos humanos y del derecho internacional humanitario, y en Michoacán es una realidad.

Como Lupo, dijo, son varios los casos que diariamente se registran en Michoacán, donde las infancias son las más vulneradas. Sin embargo, lamentó que no hay una estadística clara de la situación. En el marco del Día Internacional de la Juventud, especificó, esta situación toma mayor relevancia debido a las historias que se registran y que son un horror de lo que viven aquellas víctimas de la violencia.

¿Quién falló?”, cuestionó, al precisar que fue el sistema, la ciudadanía o ambos, que no escucharon a las víctimas. El fenómeno del crimen organizado, expuso, toma diferentes dimensiones si hay niñas, niños, adolescentes, jóvenes y mujeres; por su sexo, las féminas son tratadas como objetos sexuales, mientras que los hombres tienen diferentes tareas. Sin embargo, en Michoacán la portación de armas es más relevante, porque a quienes son reclutados les da un sentido de pertenencia y empoderamiento, con diversas consecuencias.

Refirió que la principal causa de muerte entre los 14 y 24 años de edad es el homicidio doloso, lo que retrata la tragedia de la violencia letal en México. Otro caso que ejemplificó fue en Zamora, donde unos policías le avisaron de un menor, de entre 10 y 11 años, que acababan de detener. El niño cargaba una bolsa de plástico con un cuerpo descuartizado; el motivo fue que una persona lo contrató para llevar la bolsa de un lugar a otro.

Con esto, señaló que en Michoacán hay poco más de 1.7 millones de niñas, niños y adolescentes; el 40 por ciento vive en condiciones de pobreza o pobreza extrema, grupo poblacional en riesgo de ser víctimas de reclutamiento por el crimen organizado, por el simple hecho de buscar mejorar sus condiciones de vida.

La cultura del narco, dijo, es lo más normalizado en todo el país, toda vez que da la idea de generar mucho dinero, tener una vida de lujos y portar armas, cuando la realidad son historias de terror y de víctimas que no tuvieron acceso a sus derechos fundamentales, como a la salud, deporte y recreación, entre otros, por lo que se convirtieron en víctimas de un sistema que no los garantizó.

El libro, aclaró, no busca criminalizar a las infancias, sino visibilizar las carencias y factores que han sido caldo de cultivo bajo la merced de las violencias.

En su oportunidad, la activista Margarita Zapata destacó que visibilizar el fenómeno de la inseguridad es complejo y con distintas modalidades de violencia, por lo que la aportación del libro es fundamental, debido a que se trata de explicar las causas y el involucramiento de la niñez en la delincuencia organizada. La falta de vivienda, salud y diversos derechos, dijo, son una tendencia de la inseguridad.

En tanto, la especialista en Seguridad Multidimensional, Teresa Torres Aguilar, señaló que se requiere humanizar la seguridad, tal y como lo maneja la Organización de las Naciones Unidas, donde este fenómeno se centra en el individuo.

Sin embargo, lamentó que la violencia estructural se ha convertido en un problema de salud pública, la cual se considera letal y contagiosa por el número de homicidios dolosos.

En ese tenor, Lorena Cortés Villaseñor puntualizó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que, por arriba de las 10 muertes letales por cada 100 mil habitantes, se cataloga como epidemia. En México, subrayó, esta cifra ha venido escalando de manera letal y superando a países de América Latina como Ecuador, Venezuela y Colombia. En Michoacán, la tasa de homicidios dolosos es de más de 80-90 por cada 100 mil habitantes, con mayor enfoque en Zamora, Jacona y las regiones de Tierra Caliente y la Costa.

Por lo que indicó que hablar de seguridad multidimensional es referirse a una macrocriminalidad que maneja alrededor de 15 economías criminales que van desde el narcomenudeo, la trata de personas y la venta de armas, hasta el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes.

Con esto, agregó que en su libro quedan expuestos los entornos de violencia que viven estos grupos poblacionales, desde la normalización de la cultura del narco hasta hablar de homicidios, donde los hijos de la violencia son las víctimas.

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