
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE) refuerza sus investigaciones penales mediante la lofoscopía, un área clave para identificar a víctimas y sospechosos a través del análisis de huellas dactilares. Esta técnica es fundamental para el esclarecimiento de delitos, reconoció Tzitziqui Violeta Raya González, encargada del área de Lofoscopía de la FGE.
“El material lofoscópico que recolectamos los criminalistas es para dar identidad a quien plasmó esas huellas en una escena donde se presume hubo un delito. Las crestas, que se encuentran en los dedos, la palma de la mano y la planta del pie, son únicas en cada persona. Incluso en gemelos idénticos, aunque las huellas parezcan similares, al analizarlas a detalle, en un tercer nivel, se observa que no son idénticas”,
La recolección de huellas se realiza en separos o en el Servicio Médico Forense (SEMEFO), por solicitud del Ministerio Público, utilizando bases de datos institucionales y el sistema de identificación multibiométrica nacional, como el AFIS, para verificar antecedentes o cambios de identidad. En 2023, la FGE recibió escáneres donados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), lo que fortaleció este proceso.
El desgaste de las crestas dactilares, provocado por trabajo rudo, enfermedades o medicamentos, puede dificultar la captura en superficies rugosas como paredes o piedras, pero es viable en superficies lisas como cristales o automóviles. Cuando la captura digital falla, los peritos recurren al método tradicional con papel y tinta para visualizar las huellas, detalló Raya González.
Actualmente, el área de Lofoscopía cuenta con cinco peritos en activo, quienes procesan entre 10 y 14 solicitudes diarias, analizando huellas recolectadas en escenas del crimen.
En el laboratorio se emplean herramientas especializadas para comparar estas huellas con bases de datos nacionales, contribuyendo a la identificación de sospechosos en casos de homicidios, desapariciones y otros delitos.
mrh