
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El nuevo presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) en Michoacán, Josué Mejía Pineda, aseguró que uno de los principales retos de su gestión será devolver la credibilidad y la “fuerza moral” a la institución, tras años de crisis de confianza hacia los organismos defensores de derechos humanos en el país.
El ombudsperson reconoció que la CEDH debe ser independiente del poder político y colocarse al servicio de la ciudadanía. Recordó que su nombramiento fue respaldado por 37 de los 40 diputados locales, pero enfatizó que su compromiso es con los colectivos, defensores, universidades y sociedad civil que lo propusieron.
Durante la entrevista ofrecida al programa En contexto. Abriendo la conversación en Michoacán, que se transmite por Radio Fórmula Morelia, Mejía Pineda anunció una reestructura administrativa que implicará reducción de salarios en las áreas directivas, con el fin de canalizar más recursos al personal operativo y a la apertura de nuevas visitadurías. Entre ellas, destacó la necesidad de instalar oficinas en Coalcomán, Los Reyes y la Meseta Purépecha, con atención diferenciada según las necesidades de cada región.
Reconoció que, a nivel nacional, las comisiones de derechos humanos enfrentan un déficit de credibilidad y funcionalidad, por lo que su visión es que la CEDH no se limite a emitir recomendaciones, sino que participe en la construcción de políticas públicas de derechos humanos.
Uno de los primeros pasos, dijo, será impulsar una reforma integral a la Ley de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, junto con modificaciones a otras normas que impactan en la materia. Entre los cambios propuestos está eliminar el término “grupos vulnerables”, por considerarlo discriminatorio.
El presidente de la CEDH también adelantó que busca fortalecer la coordinación con la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas, de la que fue su titular, y con organismos internacionales como la oficina en México de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), para atender a desplazados internos y migrantes, incluidos los haitianos que cruzan por Michoacán.
Respecto a la percepción de que las comisiones “defienden delincuentes”, Josué Mejía rechazó esa visión y sostuvo que la prioridad será garantizar los derechos de las víctimas. Como ejemplo, mencionó el caso de la maestra Jessica González, en el que la CEDH presentó por primera vez un amicus curiae ante la Suprema Corte para sentar un precedente y, con ello, evitar la reducción de penas a feminicidas.
Otro de los proyectos anunciados es la creación de un mecanismo local de protección a periodistas y defensores de derechos humanos, ante la creciente violencia en Michoacán. “No podemos seguir dependiendo solo de instancias federales; necesitamos un protocolo inmediato de atención”, enfatizó.
En materia de prevención, el funcionario dijo que se impulsarán programas de capacitación en dependencias públicas y campañas de concientización en escuelas y comunidades. Entre ellas, planea llevar cine itinerante a zonas alejadas para promover una cultura de paz y respeto a los derechos humanos entre niños y adolescentes.
Finalmente, Mejía Pineda adelantó que confía en que su gestión se caracterice principalmente por dos líneas de trabajo: recuperar la fuerza moral de la institución para garantizar el cumplimiento de las recomendaciones y construir políticas públicas que atiendan a los sectores más olvidados, como jornaleros agrícolas, desplazados, personas con discapacidad y la comunidad LGBTI. “Queremos que la CEDH deje de ser observadora y se convierta en protagonista de la defensa de los derechos humanos”, concluyó.
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