

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La obesidad, considerada por décadas un tema estético o de imagen corporal, ha evolucionado hasta consolidarse como uno de los mayores desafíos de salud pública en México. Actualmente, más del 75% de la población adulta en el país vive con sobrepeso u obesidad, de acuerdo con la Secretaría de Salud.
Según datos oficiales, el 37.3% de la población adulta en México tiene sobrepeso, y el 38.9% vive con obesidad. La distribución por género muestra tendencias opuestas: la obesidad es más prevalente en mujeres (13.2% más que en hombres), mientras que el sobrepeso afecta en mayor proporción a los hombres (13.7% más que a las mujeres).
El fenómeno no es exclusivo de los adultos. El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) reportó que entre 2020 y 2023, la prevalencia de sobrepeso u obesidad en niños menores de cinco años en México fue de 7.7%. Además, el 37.3% de los escolares de 6 a 11 años y el 41.1% de los adolescentes de 12 a 19 años presentaron estas condiciones.
De acuerdo con un estudio de la Universidad Veracruzana, la obesidad no puede entenderse como una condición individual, sino como el resultado de un entramado complejo de factores biológicos, conductuales, sociales y ambientales.
Esta enfermedad crónica se caracteriza por la acumulación excesiva de tejido adiposo, lo que puede generar alteraciones metabólicas y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, apnea del sueño y al menos 10 tipos distintos de cáncer.
Entre los factores individuales destacan los antecedentes genéticos, el sedentarismo, la dieta inadecuada, la falta de horarios de comida, el mal descanso y la ingesta excesiva de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas. No obstante, estas conductas están fuertemente influenciadas por el entorno: urbanización, inseguridad, uso prolongado de dispositivos móviles, y un sistema alimentario que privilegia productos industrializados, a menudo impulsados por campañas publicitarias dirigidas incluso a población infantil.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso y la obesidad mediante el cálculo del índice de masa corporal (IMC): peso dividido entre estatura al cuadrado (kg/m²). Un IMC igual o superior a 25 indica sobrepeso, y a partir de 30, obesidad. En niños, la medición se adapta según edad y sexo mediante desviaciones estándar respecto a las curvas de crecimiento de la OMS.
En 2022, una de cada ocho personas en el mundo era obesa. A nivel global, más de 2,500 millones de adultos presentaban sobrepeso, de los cuales 890 millones eran obesos. Desde 1990, las cifras se han duplicado en adultos y cuadruplicado en adolescentes, lo que confirma la tendencia epidémica del problema.
En el plano estatal, la Secretaría de Salud de Michoacán registró un acumulado de 14 mil 58 casos de obesidad, lo que posiciona al padecimiento como la octava comorbilidad más común. El grupo de mayor incidencia está conformado por mujeres de entre 55 y 59 años de edad.
Además, el 60.4% de las personas con obesidad en la entidad presenta síndrome metabólico. Un 23.1% vive con hipertensión arterial, y un 12.2% ha sido diagnosticado con diabetes mellitus tipo 2. Estos datos confirman el vínculo estrecho entre la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT).
La OMS sostiene que el sobrepeso y la obesidad son prevenibles mediante intervenciones en diferentes etapas de la vida. Entre las principales recomendaciones están:
Control del aumento de peso durante el embarazo.
Lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses.
Fomento de alimentación saludable y actividad física desde la infancia.
Reducción de tiempo frente a pantallas.
Disminución del consumo de azúcares y grasas saturadas.
Aumento en la ingesta de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
Sin embargo, expertos advierten que las acciones individuales no son suficientes si no se acompañan de políticas públicas coordinadas entre los sectores de salud, educación, transporte, urbanismo y comercio alimentario.
La obesidad en México, y particularmente en Michoacán, es un problema multicausal que requiere abordajes integrales y sostenidos. Más allá de campañas informativas, se necesita transformar los entornos en los que las personas nacen, crecen y viven para prevenir eficazmente este padecimiento que afecta cada vez a más mexicanos.
mrh