Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Con apenas 19 años de edad, Fátima López, joven michoacana originaria de Santa Ana Maya, obtuvo una una beca para participar en el International Air and Space Program de la NASA, tras haber ganado el primer lugar del Moon Colonization Program, Primera Generación, con un proyecto que busca impulsar una menstruación digna para las mujeres astronautas.
En entrevista exclusiva con MIMORELIA.COM, Fátima relató que fue en medio de la pandemia cuando se motivó a buscar algo más y encontró el Moon Colonization Program, por lo que con apoyo de sus padres logró ingresar en la primera generación. Como parte del programa también recibió una impresora 3D y preparación en diversos aspectos relacionados con la aeronáutica.
Como parte de este programa, los estudiantes, todos ya en nivel superior, en su mayoría pertenecientes a universidades de gran renombre, tenían que presentar un proyecto, el ganador o ganadora obtendría una beca del 100 por ciento para participar en el International Air and Space Program (IASP) de la NASA.
Fátima, quien desde pequeña mostraba facilidad para las ciencias exactas, en ese entonces era la única del curso a distancia que cursaba la preparatoria y tenía solamente 17 años, no contaba con una computadora con la capacidad suficiente para soportar los programas de su nueva impresora en 3D y le prestaban una solamente los fines de semana.
Tras investigar, la joven descubrió que las mujeres que querían ser astronautas o alcanzar alguna misión espacial viven años teniendo que alterar sus períodos menstruales para poder participar. Incluso recordó cómo es que a Sally Ride, la primera mujer que mandó la NASA al espacio, le dieron un kit de maquillaje y minutos antes de despegar le entregaron una bolsa con 100 tampones para una misión de seis días.
“No puede ser, las mejores mentes se supone que están en la NASA porque tratan temas muy delicados, con un rango de margen de error mínimo y mentes tan brillantes no sepan cómo tratar este tema tan natural de la mujer sí es impresionante”, afirmó.
Por lo anterior, trabajó en un dispositivo con tecnología que se integra al traje espacial para captar el flujo y ayudar a que las mujeres astronautas tengan un proceso natural de menstruación, sin tener que modificar o alterar sus periodos durante años con hormonas o anticonceptivos.
Y es que, explicó que aunque en el espacio no hay gravedad, el ciclo menstrual no se ve afectado y la menstruación puede ocurrir con normalidad, el problema, mencionó es cuando el flujo sale, de ahí que por años las mujeres astronautas optaran por alterar sus ciclos.
“Cuando me dijeron que gané, me dijeron: es que tú rompiste con un tabú, que ni siquiera se trataba”, recordó Fátima, quien aprovechó para llamar a la niñas y jóvenes:
“Nunca se sientan inferiores por ser mujeres, nunca se sientan menos o que no pueden lograrlo porque sí se puede. Muchas veces pensamos: yo soy mujer, no lo voy a lograr. Una mujer lo puede lograr seas de donde seas, seas mexicana, seas de Perú, de Colombia, de donde sea, quizá no dentro de su país o su estado, pero hay oportunidades y lo que deben aprovechar son esas oportunidades que se dan aunque incluyan sacrificios”.
A la par, invitó tanto a niñas como a niños a siempre luchar por sus sueños, así conlleven desveladas y sacrificios, porque al final siempre habrá resultados.
RYE
