Por Omar Arriaga Garcés
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Fue un 20 de febrero de 1943 cuando Dionisio Pulido se percató de que la tierra se abría de pronto y comenzaban a manar vapores. Esto ocurría en San Juan Parangaricutiro, pueblo que, al igual que Paricutín, desaparecería más tarde por efecto de la lava.
Entre los cultivos de maíz, Dionisio Pulido contempló cómo acababa de nacer el volcán más joven del mundo, una historia que se ha contado mucho en México, pero que no por eso deja de sorprender, desde los días en que durante las clases de primaria en el libro de texto gratuito se incluía una lectura sobre el nacimiento del Paricutín y la maestra comentaba los pormenores.
Este martes 20 de febrero se cumplen 81 años de aquel hito, en el que una montaña de fuego duraría encendida hasta el 4 de marzo de 1952, con lo que después se apagaría completamente.
Aun así, durante el lapso que el volcán estuvo activo, llamó la atención de cientos de científicos, artistas y pintores, como Gerardo Murillo, alias Dr. Atl, quien en 1950 publicó su libro Cómo nace y crece un volcán, basado en la observación del Paricutín, sólo un año después de perder la pierna que, se dijo, había sido a causa de su contacto con la lava. Hoy se sabe que en 1949 una gangrena se la afectó, tuvo complicaciones y la perdió el 13 de octubre de ese año.
Aquella zona, llena de piedra volcánica, que sin embargo respetó el atrio de la iglesia, como afirman los habitantes de Nuevo San Juan Parangaricutiro, hoy se puede visitar sin mayor problema, para regocijo de propios y extraños.
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