

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Ante el decreto federal que prohíbe la comercialización de vapeadores y cigarros electrónicos en todo el país, las autoridades sanitarias de Michoacán redoblaron la vigilancia y los operativos para erradicar la venta clandestina de estos productos.
Heber Flores Leal, titular de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), detalló los alcances de estas acciones y los desafíos que aún persisten, especialmente ante la fluidez del mercado negro y la venta en línea.
El panorama se ha intensificado tras la aprobación en el Senado de la modificación a la Ley General de Salud, que ahora prohíbe explícitamente la venta de vapeadores y cigarros electrónicos. Esta medida, que busca proteger la salud pública —en especial la de los jóvenes— contempla sanciones para quienes infrinjan la ley, aunque no penaliza la posesión ni el consumo. La decisión federal, sin embargo, ha generado debate, con algunos legisladores advirtiendo sobre el riesgo de fomentar un mercado ilegal sin control sanitario.
Flores Leal destacó que, a pesar de los esfuerzos, la venta ilícita de estos dispositivos continúa. En ese sentido, informó que durante la primera semana de diciembre, en un operativo realizado en Pátzcuaro, fueron decomisados 400 vapeadores.
Los operativos para el aseguramiento de estos productos son constantes, y si bien se ha observado una disminución en los puntos de venta físicos gracias a campañas como "Jaque al Vape" y "Vapearte te deja sin aliento", el reto mayor se presenta en la esfera digital.
"El reto principal sigue siendo la venta en línea. Las campañas de concientización son vitales para que padres y jóvenes entiendan que estos dispositivos son un riesgo grave para la salud física y mental, pudiendo ser un inductor de adicción en cerebros en desarrollo", mencionó el funcionario estatal.
La venta en línea se ha convertido en la principal modalidad de distribución clandestina, eludiendo los controles físicos. Para contrarrestar esta situación, las campañas de concientización cobran mayor relevancia.
El objetivo es que los padres de familia perciban estos dispositivos como el grave riesgo que representan para la salud, y que los jóvenes comprendan que no se trata de un simple juguete o una moda pasajera, sino de un producto que puede comprometer seriamente su bienestar físico y mental.
Según Flores Leal, estos dispositivos pueden inducir a la adicción, con secuelas que van más allá de lo físico, afectando también la salud mental. La exposición temprana a la nicotina puede sentar las bases para futuras dependencias y problemas de salud a largo plazo, una realidad que las autoridades sanitarias buscan mitigar activamente.
mrh