Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- No hay “línea” ni presiones para “maquillar” las cifras del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas que puso en operación el Gobierno de la República aseguran quienes son titulares de las dos principales instituciones responsables de realizar esta tarea; ha sido una labor compleja, lenta y difícil pero precisa, dicen para acallar las voces que han politizado esta labor.
La titular de la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares de la Fiscalía General del Estado, Janeth Martínez Mondragón, indicó que desde que iniciaron la actualización del censo han “borrado” de la lista de personas desaparecidas a 73 personas que ya han sido localizadas, vivas o muertas, pero el trabajo continúa por lo que no se puede considerar concluido.
“Actualmente la Fiscalía ha dado de baja alrededor de 73 personas; esas 73 personas tenemos la certeza de que han sido localizadas con vida o sin vida, pero han sido localizadas y ya no están en este registro nacional; entonces el Censo se está trabajando, se está actualizando y nosotros no hemos hecho ninguna baja, de ningún registro, donde no tengamos la certeza de la localización o del paradero de esa persona”.
Alfredo Tapia Navarrete, titular de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Michoacán, coincide con la posición de la fiscal en el sentido de que se está construyendo el censo más “preciso” que ha tenido el país y el estado y asegura que no han recibido presiones para “maquillar” las cifras que integran el nuevo censo; seguramente no están todos los nombres de las personas desaparecidas porque algunos prefieren no denunciar o desconocen que su familiar, amigo o conocido se encuentra en esa situación, pero los demás ahí están, asegura.
“Yo te diría que tenemos un censo real (…) te diría que no hay línea por ningún lado de que tenemos que modificar, maquillar el censo que tenemos (porque) creo que se ha ido consolidando el sistema nacional, estatal de búsqueda porque efectivamente los números que tenemos (de desaparecidos o no localizados) son una realidad del país, no sé si sean todos porque hay una lista negra, pero esto es lo más cercano que tenemos (…)”.
Aunque las cifras pueden ser dinámicas, el reporte que tienen es que en Michoacán hay más de diez mil personas desaparecidas y no localizadas desde que se tiene reporte hace más de medio siglo, desde el inicio de lo que se conoce como la “guerra sucia”, en la que el Gobierno fue el principal responsable de la desaparición de muchas personas, hasta lo que se llamó la guerra contra el crimen organizado. No es posible, aseguran, determinar con claridad cuántas personas desaparecieron por periodo o sexenio y quienes son los responsables: “a veces se presentan denuncias por desapariciones ocurridas hace años”, dice la Fiscal.
Tapia Navarrete menciona también la lista de ciudades que registran el mayor índice de personas desaparecidas en el estado: Morelia, Uruapan, Zamora, Coeneo y Lázaro Cárdenas, pero advierte que también existen algunas regiones que son consideradas de atención como la franja que se localiza en la frontera entre Jalisco y Michoacán: Zamora, Jacona, Sahuayo, Jiquilpan y Villamar, a la que llamó “la ruta de la muerte”.
Uno de los avances que destacaron los servidores públicos es la atención inmediata que se brida actualmente en cuanto se tiene registro de un caso; La fiscal explica que además de poner en marcha los protocolos de búsqueda, se hace uso de la tecnología para la localización de quienes se encuentran en esta situación porque lo más importante de la tarea de búsqueda es localizar a las personas con vida.
Una de las propuestas ofrecidas por Tapia Navarrete para ampliar la fuerza de búsqueda es la incorporación de personal de los gobiernos municipales, sobre todo en los municipios en donde el problema es mayor; sería una propuesta para analizar con mayor detenimiento, dice, la participación activa de los ayuntamientos en la búsqueda de personas, previamente dotándolos de mayores recursos, capacitación y adiestramiento especializado para crear células de búsqueda de personas.
Al respecto, Martínez Mondragón destaca que hoy la búsqueda de personas va más allá del trabajo en campo porque se trata de una tarea compleja que puede resultar además peligrosa porque alrededor del 30 o 35 por ciento de las desapariciones pueden estar involucrados grupos del crimen organizado con motivaciones distintas: ajuste de cuentas, trata de personas u otras motivaciones.
Sobre el retraso de casi cinco años del Centro de Resguardo e Identificación Forense, conocido simplemente como panteón forense, que comenzó a ser edificado desde septiembre de 2020, Tapia Navarrete asegura que ya está listo y solo se trata de trámites menores para que comience a operar. Con la operación de este Centro se podrá avanzar en las tareas de identificación de cuerpos, lo que permitirá resolver algunos casos, dice la fiscal, quien recuerda que también cuentan con la plataforma ¿Identifica A..?, aplicación que permita la identificación de los cuerpos ingresados al Servicio Médico Forense de la Fiscalía General del Estado y que no han sido reconocidos.
Finalmente, se les cuestionó por los avances en las investigaciones para encontrar a algunos activistas sociales que se encentran en calidad de desaparecidos: Ricardo Lagunes y Antonio Díaz de Aquila y José Pelayo, activista ambiental de Coalcomán; siguen desaparecidos y continúa la búsqueda.
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