Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Los pasillos y jardines de Ciudad Universitaria se llenaron de alegría y entusiasmo de los niños y adolescentes que se sumergieron en la ciencia; mientras la música acompañaba las actividades y decenas de infancias corrían de un módulo a otro, el Tianguis de la Ciencia fue un éxito el primer día de actividades.
"Mira el ajolote" se escuchaba por los pasillos cuando los jóvenes sacan un prototipo de cartón para llamar la atención de los niños y platicarles sobre ellos; "tómame una foto con los animalitos", se oía del otro lado, donde las figuras de cartón contaban su historia.
Cerca de los jardines había pasadizos, donde las tiras de colores te llegaba a ocultar de los asistentes; mientras que los jardines se convirtieron en los lugares perfectos para descansar, comer e hidratarse. Unas hamacas instaladas cerca del estacionamiento derecho a la entrada principal fue de los más atractivos por parte de los jóvenes para alejarse del ruido del Tianguis de la Ciencia y despejar la mente para seguir con los talleres y pláticas.
La magia de hacer burbujas con jabón fue un espectáculo para quienes querían desafiar con el tamaño; la construcción de edificios y la manera de su soporte fueron de los más buscados; el Tetris también hizo presente como una manera clara de conocer las figuras geométricas.
Pero lo que llamó más la atención fue el área de robótica, donde los más pequeños podían adentrarse a la tecnología, pero los grandes a experimentar su uso con dificultades tecnológicas. El grabado en tercera dimensión era la curiosidad de los más pequeños al ver cómo se recreaban figuras; el cerebro de un ratón maravilló a los visitantes cuando explicaban la funcionalidad de los cerebros en animales y humanos.
Un sin fin de actividades que en un lapso de tres horas se logra recorrer, participar en algunos, pero con la experiencia de conocer que la ciencia es divertida.
mrh
