Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Josué Alfonso Mejía Pineda, adelantó que se creará una unidad para la atención de víctimas, misma que podría estar en operación a partir de enero de 2026, con el fin de ampliar la cobertura de apoyo a las mujeres.
En entrevista, el funcionario explicó que la CEDH debe aportar más en la atención de la violencia de género. Por ello, destacó que la nueva unidad también buscará acompañar a víctimas indirectas de feminicidio, con el objetivo de vigilar que todas las autoridades cumplan con su mandato constitucional.
Cabe mencionar que la creación de esta unidad responde a la lucha de Verónica Villaseñor Ferreyra, madre de Jessica González, víctima de feminicidio en septiembre de 2020, a manos de Diego Urik Mañón, quien fue condenado a 50 años de prisión y actualmente cumple su pena en el penal David Franco Rodríguez, en Morelia.
"Las instituciones, diputados y ciudadanía le debemos mucho a usted porque nos ha mostrado que con su valor, fuerza y resistencia ha transformado el dolor en esperanza, el trabajo en precedentes históricos", expresó Mejía.
El funcionario recordó que anteriormente se había creado una Unidad de Género en la Comisión Estatal de Atención a Víctimas (CEAV), presidida en su momento por Lorena Bedolla Ponce, actual fiscal en materia de violencia familiar y abogada de la familia González durante el juicio.
“Este es el legado que queremos dar, no solo una presea a la señora Verónica, sino un compromiso desde esta institución”, añadió.
Según Mejía Pineda, ya se han realizado mesas de diálogo con varias mujeres, incluida Verónica Villaseñor, con quienes se acordó avanzar en este proyecto. Aunque la unidad aún no está constituida, se espera que comience a funcionar en enero del próximo año.
Asimismo, puntualizó que actualmente se atiende a víctimas indirectas de homicidios recientes, como el de Ángeles, joven que murió en Zitácuaro el pasado 6 de diciembre tras ser baleada por un agente de Tránsito, y el de Maritza, en Uruapan. En ambos casos, los presuntos responsables permanecen prófugos.
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