
Pátzcuaro, Michoacán (MiMorelia.com).- Originaria de la comunidad indígena de Santa Fe de la Laguna, municipio de Quiroga, y con 23 años edad, Ana Luisa Fabián Lucas está lista para la celebración de la Noche de Muertos; su actividad se enfoca en la producción de las calaveritas de azúcar que su simbolismo reside en recordar a la muerte y a la inmortalidad como un elemento esencial en los altares de muertos.
Ella forma parte de las actividades que se realizarán en la Semana de Celebración de la Noche de Muertos - Animecha Kejtsïtakua -, del 24 de octubre al 02 de noviembre; el taller de figuras de azúcar "Ahuanda" será una manera de descubrir el arte de las calaveritas de azúcar y crear una figura que honre a quienes se adelantaron en el camino.
Siendo la cuarta generación, recuerda que aprendió este oficio por observar cómo su abuela y su madre realizaban este arte culinario que es tradicional en los pueblos purépechas y que poco a poco ha ido tomando otros matices que van desde el amaranto hasta el chocolate.
El tradicional es el de azúcar y Ana Luisa ya se encuentra en producción para contar con lo necesario para la celebración de la Noche de Ánimas.
Y es que, de dos a tres semanas, un promedio de 22 días, es el tiempo que se lleva para la elaboración de las calaveritas de azúcar; la herencia viene desde su bisabuela quien pasó la tradición a su abuela y a su madre; éstas dos últimas le enseñaron el oficio familiar.
"Aprendí gracias a mi madre; a mi madre le enseñó mi abuela y a mi abuela le enseñó mi bisabuela; es un tema generacional, heredado de mi bisabuela y es un orgullo portarlo y con los talleres que daré es una manera de transmitir la tradición con lo que se hacen las calaveritas de azúcar y que debe cuidarse como yo lo he hecho junto con mi familia", dice.
Las figuras de azúcar deben estar a la venta el 30 y 31 de octubre, inclusive el 01 de noviembre, por lo que el proceso de creación es lento, en cazo de cobre y en moldes de barro; desde la calaverita y ángeles, son algunas de las figuras que se realizan.
Elaborarlas, dejarlas secar y decorar es un proceso largo, refiere, pero que a su tiempo es un "gran trabajo para culminar el día que se esperan las Ánimas".
Los padrinos o personas de las comunidades que ponen los altares y esperan a los muertos, explica, son quienes adquieren las calaveritas de azúcar para colocarlos en la ofrenda.
Muchos, comenta, lo ponen en una manera de decorar el altar de muertos, pero para la comunidad de Santa Fe de la Laguna, señala, tiene una manera que debe cumplirse.
Para niños, refiere, la figura de azúcar se coloca en una pequeña capilla en forma de guirnaldas para recordarles a los ángeles más pequeños lo dulce que fue su vida. Para las personas mayores se les coloca en su cruz como recordatorio de que siempre están presentes en la vida de quienes dejaron en la tierra.
Al concluir la velación y el retiro de los altares, comenta, en Santa Fe de la Laguna hay una tradición que muchos cumplen al pie de la letra. Los padrinos, puntualiza, ofrecen a la Iglesia las cruces y las capillas que se pusieron en los altares con todo y las ofrendas, por lo que el padre se queda con las cosas.
Otros más, cuenta, se quedan con las figuras y lo usan para endulzar el atole o la calabaza en tacha que se realiza para las familias.
Ana Luisa recuerda que aprendió este arte observando como su abuela y madre hacían las figuras de azúcar; fue a los 10 años cuando inició la práctica y, con el tiempo, ha mejorado la técnica para ser reconocida por todos como una de las artesanas de las figuras de azúcar que cada Noche de Ánimas están en los altares.
Desde 20 hasta 700 pesos, dependiendo del tamaño y modelo que se realice, son los costos de las figuras de azúcar; un bulto de azúcar refinada llega a generar entre 500 a 700 piezas, dependiendo del tamaño y la figura.
BCT