Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Aunque actualmente las "nuevas masculinidades" son posicionamientos que desde la propia teoría permiten encontrar nuevos esquemas de participación de los hombres, existen otras dinámicas en las que se debe trabajar para lograr ese perfil, como que haya varones con principios, cercanos a una educación cívica, de respeto a los derechos humanos, a no ejercer violencia, a la igualdad y la no discriminación, entre otros, considera el activista michoacano y defensor de los derechos humanos Gerardo Herrera Pérez, en entrevista a propósito del Día del Padre, que se celebra este 21 de junio.
Si bien expertos a nivel nacional han señalado que las nuevas masculinidades buscan cambiar los estereotipos de género para que se viva en una sociedad con menos violencia y más igualitaria, Herrera Pérez considera que este modelo no se puede crear "de la noche a la mañana" cuando la masculinidad ha tardado muchos siglos en construirse. Las masculinidades pueden ser alternativas, pero su mandato es someter y controlar el cuerpo del otro; por tanto, es ahí donde aún se necesita trabajar.
Aunque el activista reconoció que en estos tiempos se observa a padres de familia acudiendo a las guarderías para dejar a sus hijos, o más interesados en el rol que debe tener el padre, aún siguen siendo una minoría los que realmente se hacen responsables; por ello, considera indispensable el diseño de una política pública en las mallas curriculares del nivel básico para reiterar que ser padre no corresponde sólo a un ejercicio de reproducción sexual, sino de educar en libertad y con amor.
Si bien ser papá soltero no es fácil, por los retos que implica hacerse cargo de los hijos, pues expertos en psicoanálisis afirman que se requiere romper con los estereotipos, garantizar una buena comunicación con los menores para reforzar los lazos de confianza, respeto y empatía, es verdad que aún siguen siendo un grupo minoritario comparado con los hogares a cargo de madres solteras.
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El caso de Francisco Huacuz Gregorio, originario de Uruapan, muestra que también los varones pueden tener obstáculos para ver a sus hijos. Contó que la madre de su hija, Penélope, le impidió acercarse a su pequeña durante más de diez años, porque en ese momento su situación económica no le permitía pagar los 2 mil 500 pesos quincenales de manutención.
"En algunos casos, los hijos se vuelven como una especie de armas, porque se usan para el chantaje emocional, para recibir más dinero; somos una especie de cajero automático, que si se encuentra vacío nos impiden ver a nuestros niños", lamentó.
Aunque muchas personas podrían no coincidir con su historia, dijo que hay casos muy concretos de padres que no pueden ver a sus hijos y tienen que estar en constante lucha y desgaste en los juzgados. Lo positivo es que su hija ya tiene 15 años y puede decidir si quiere ver a su papá sin que existan imposiciones o una especie de chantaje.
Por: Guadalupe Martínez/R
