
Ciudad de México (MiMorelia.com).- Sin duda, el agua es una aliada en la lucha contra la obesidad, puede ayudar a reducir el apetito y la ingesta calórica. Diversos especialistas han encontrado una asociación significativa entre una inadecuada hidratación y el índice de masa corporal (IMC) elevado, lo que puede favorecer el desarrollo de sobrepeso y obesidad.
La falta de agua en el organismo puede producir lipólisis, que consiste en la descomposición de triglicéridos (grasa almacenada) para generar energía, toda vez que, en condiciones de deshidratación, el cuerpo encuentra más dificultad para acceder a su reserva lipídica y tiende a utilizar carbohidratos como fuente principal, lo que limita la quema de grasa.¹
La deshidratación también afecta el equilibrio hormonal, ya que el cuerpo interpreta la falta de agua como una situación de estrés y eleva los niveles de cortisol, una hormona que promueve el almacenamiento de grasa, especialmente en la zona abdominal, y reduce masa muscular.²
Y, según un artículo publicado en el sitio web de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), otro efecto negativo del déficit hídrico en el cuerpo humano es la alteración en la percepción del apetito, ya que el hipotálamo, que regula tanto la sed como el hambre, puede confundir estas señales, provocando antojos o sensación de hambre cuando, en realidad, lo que el cuerpo necesita es agua.
La regulación del peso corporal es un proceso complejo, y el aumento de la ingesta de agua debe ser parte de las medidas necesarias para reducir los factores de riesgo generales y el desarrollo de enfermedades crónicas como diabetes, cáncer y alzhéimer, refiere un análisis presentado por la revista especializada Frontiers in Nutrition.
Asimismo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), no beber la cantidad suficiente de agua provoca en nuestro cuerpo una serie de malestares ocasionados por pequeños estados de deshidratación, como: dolor de cabeza, fatiga y debilidad, mareos, cambios de humor, calambres y dolores musculares.
Los expertos recomiendan, para un adulto promedio y saludable, una ingesta diaria de líquidos de: 3.7 litros para los hombres y 2.7 litros para las mujeres, aproximadamente. (Se estima que el 20 % de la ingesta de líquidos diaria suele provenir de los alimentos y el resto de las bebidas).
Además, se sugiere tomar agua al levantarse, durante el transcurso del día y cada vez que se tenga sed, lo que permitirá que nuestro organismo funcione armónicamente, obtenga beneficios en la digestión y luzca saludable.³
FUENTES:
Stat Pearls. Bioquímica lipólisis.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK560564/
https://www.medicalnewstoday.com/articles/322296
PubMed. Stress-induced cortisol response and fat distribution in women.
https://www.health.com/cortisol-belly-8606192
Mayo Clinic. Nutrición y comida saludable.
https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/water/art-20044256
rmr