Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La sequía, desde el punto de vista social, ha tenido repercusiones en el bienestar de las comunidades; cuando esta arremete contra las cosechas, el alimento y el orden social se ven modificados, haciendo que las personas se sientan abocadas a actuar por supervivencia. Este fenómeno natural ha afectado a México no solo en los últimos años, por causa de los cambios climáticos, sino que hace parte de nuestra historia.
Judith Domínguez, profesora e investigadora de El Colegio de México, explica mediante una investigación publicada en el año 2016, que desde el inicio de los tiempos el hombre ha buscado explicaciones míticas a lo que no es comprensible; asimismo, cómo este ante los desastres naturales, enfermedades o sequías ha recurrido a los dioses para su auxilio.
Tal es el caso de los olmecas, mayas, nahuas y tarascos que, ante la falta de lluvia, llevaban a cabo sacrificios para agradar a los dioses. Por otro lado, en tiempos de la Colonia se experimentaron sequías prolongadas en regiones como Bajío y Coahuila, las cuales duraron entre 5 a 7 años, dejando consigo conflictos sociales inestabilidad política y desigualdad. Igualmente, en la Época Independiente se logra destacar las acciones de la sequía a partir de la pérdida de ganado; según Escobar-Ohmstede et al., 2004, en Sinaloa se dieron en el año 1857 heladas y sequías, calculándose una pérdida de 500 animales diarios.
Las consecuencias de las sequías han sido sobre todo sociales, de hecho, se ha implementado el término de sequía socioeconómica y, aunque la ciencia aporta en la compresión de lo que sucede con la falta de agua y se han implementado diversas soluciones tecnológicas que mitigan la problemática, se sabe que este fenómeno está ligado a las secuelas que traen consigo el calentamiento global y los cambios climáticos.
Lo anterior nos muestra que las sequías han sido un tema histórico y recurrente, además, que en muchos casos estas coincidieron con grandes conflictos sociales del país. Queda cuestionarse sobre los efectos venideros y una posible agudización del tema, en tanto se esperan cambios extremos, todo ello reflejado en un malestar social que implique migrantes climáticos, movimientos sociales y crisis en el orden político.
Hoy convergen científicos de diversas disciplinas, con el fin de recrear escenarios en aras de la toma de decisiones que favorezcan el bienestar de los mexicanos.
Somos seres humanos con una relación directa con el agua, las grandes civilizaciones nacieron y se nutrieron a las orillas de los ríos, y dependieron de las lluvias; dicho líquido vital es sinónimo de vida y bienestar.
Vale la pena preguntarnos: ¿Qué estamos haciendo para cuidar tan valioso elemento? ¿Somos conscientes de su importancia? o ¿Esperaremos su carencia para valorarla y darle un uso adecuado?
R
