
Ciudad de México (MiMorelia.com).- Con una sesión de cuatro horas marcada por estrenos, desorden y cambios de criterio, la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) inició sus trabajos jurisdiccionales este jueves. De 15 asuntos programados, solo se resolvieron tres, y se ignoraron varias reglas aprobadas una semana antes.
La sesión fue encabezada por el ministro presidente Hugo Aguilar Ortiz, quien inauguró en lengua mixteca, sin declarar quórum, en su primer uso del mallete.
Uno de los temas abordados fue la acción de inconstitucionalidad 186/2023, relacionada con leyes estatales de salud de Chihuahua. Por mayoría, la Corte suavizó el criterio que obligaba a invalidar leyes por falta de consulta a personas con discapacidad, con lo que se pondrá énfasis en casos individuales en lugar de anular normas automáticamente.
Este nuevo enfoque fue impulsado por la ministra Lenia Batres Guadarrama, quien ha cuestionado que, por ese trámite, el pleno anterior anuló más de 50 normas. El ministro presidente apoyó esta postura, señalando que “el derecho sustantivo debe prevalecer sobre el procedimental”.
Pese a contar con nuevo reglamento de sesiones, el Pleno discutió temas no previstos y rebasó los tiempos límite de intervención, mientras el cronómetro en sala permaneció encendido, sin efecto alguno. Además, se permitió el acceso al público y prensa por primera vez desde 2020, aunque con confusión inicial sobre cámaras y celulares.
Hubo señales de ruptura institucional: el tradicional presentador de las sesiones, José de Jesús Cruz Sibaja, estuvo ausente; y se evidenció descontrol en votaciones, propuestas improvisadas y errores de protocolo, como llamar “magistrado” al presidente o cambiar el orden de discusión sin previo acuerdo.
En total, se resolvieron solo tres asuntos. El primero tomó más de dos horas y un receso de 10 minutos se extendió a 16. La ministra Loretta Ortiz fue la voz más disidente, al marcar votos en contra en varias ocasiones.
agm