Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Sin duda todo el colectivo humano podría coincidir en pensar que los niños son el futuro de los pueblos; en ellos se proyecta la posibilidad de cambio, en sus manos están las decisiones que se tomarán, y cómo será la realidad en la que viviremos, pero de nosotros como adultos dependerá, ya que ellos son nuestra responsabilidad y lo que les enseñemos hoy se verá reflejado en unos años.
El Día del Niño en México es una oportunidad para velar por el bienestar de los infantes. Dicha conmemoración fue instaurada desde 1924 por Álvaro Obregón, quien en ese entonces era el mandatario nacional. Este hecho se registró días después de que se firmara la Declaración de Ginebra, a partir de la cual quedó establecido el 30 de abril como la fecha oficial de esta celebración.
La Declaración de Ginebra establece que los niños tienen derecho al "desarrollo material, moral y espiritual; a recibir ayuda especial cuando está hambriento, enfermo, discapacitado o huérfano; a que se le socorra en primer lugar en situaciones graves; a quedar exento de cualquier explotación económica y a recibir una educación que le inculque un cierto sentido de responsabilidad social".
Sin embargo, las condiciones actuales de la pandemia hacen que muchos niños y niñas estén confinados en sus casas. Este encierro ha conducido a diferentes consecuencias, ya que según estudios recientes se ha incrementado el índice de violencia intrafamiliar, afectando, a su vez, la población más vulnerable: los niños.
Garrido, G. y González, G. (2020) en un artículo publicado en la Revista de Pediatría de Uruguay, reconocen que el hecho de que estos no estén vinculados a los procesos de socialización que se vive en la escuela, y no puedan jugar libremente con sus pares, sumado al temor latente que produce la pandemia, puede propiciar tristeza e inseguridad; no obstante, esta socialización y desfogue en el ámbito escolar presencial no la suple la educación virtual, la cual recarga a su vez a los padres de familia en su labor cotidiana, obligando a cumplir un rol educativo además de las condiciones de encierro que producen estrés y, por lo tanto, aumentando el riesgo de violencia contra los niños.
Por otro lado, María Luisa Santillán, de la UNAM, asegura que la violencia contra los niños ha sido poco estudiada en México, y que se debe tomar conciencia, puesto que la etapa de la infancia y de la niñez son vitales para el desarrollo en su vida adulta. Santillán señala que “aquellos niños que han padecido actos de violencia física, emocional o sexual en distintos contextos tienen un menor desempeño escolar, es más probable que acaben involucrándose en actividades delictivas o criminales, que tengan ideación suicida o incluso intentos de suicidio”.
Continuando con la investigadora, existe otra forma indirecta de victimización, ya que si los infantes son expuestos a la violencia entre sus progenitores, esto puede acarrear consecuencias para la población infantil e incluso influir a nivel social.
Para comprender mejor los comportamientos que, conducen a la violencia familiar, es importante reconocer que dicha violencia es el resultado de las cargas emocionales arraigadas en la incertidumbre, el miedo a la pérdida y al aislamiento de los seres queridos. Al hacer un recorrido por estas emociones y sentimientos es posible evidenciar que la incertidumbre ha jugado un papel preponderante, ya que el ser humano al verse vulnerado a partir de las noticias poco alentadoras contenidas en las cifras de muertes y contagios y, a su vez, la manera en cómo la economía se puede ver afectada, es factible que sienta miedo, pánico, ansiedad y tensión, lo cual finalmente afecta las relaciones familiares y, por tanto, a los hijos.
Recomendaciones para las familias y sus hijos
La Dra. Azucena Díez, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de España, recomienda establecer rutinas y horarios donde se especifiquen los espacios y tiempos dedicados a las diferentes actividades, lo que implica ser creativos y mantener una actitud positiva, además, recomienda:
Por otro lado, Healthy Children de la American Academy of Pediatrics (AAP), propone, en un artículo relacionado con la crianza de los hijos durante la pandemia, algunos consejos para mantener la calma en el hogar:
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