Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El vehículo que conducía Diego Urik "N"., recibió un servicio completo de lavado, es decir, a la unidad se le removieron los asientos para lavar detalladamente las vestiduras. La suciedad en su interior mostraba lodo en la parte de atrás del copiloto y en la palanca de velocidades, así como una enorme mancha en uno de los asientos que previamente intentó ser removida.
Así lo afirmó el ciudadano Gregorio D., quien fue el encargado de realizar todo el trabajo de limpieza en el vehículo que presumiblemente pertenecía al señalado como presunto responsable del feminicidio de Jessica González Villaseñor, automotor que reconoció como un Polo gris y que llevó hasta el negocio de autolavado en JJ Tablada, en Morelia, conducido por una mujer joven de tez morena, cabello chino y 1.60 de estatura.
Durante el desahogo de este testimonio y prácticamente al inicio de la audiencia, la defensa del imputado fue multada primeramente con 20 Unidades de Medida y Actualización (UMAS), es decir, mil 924 pesos, esto al discutir las decisiones del juez Ariel Montoya Romero, actitud que ya es recurrente por parte de los abogados defensores.
Gregorio destacó una mancha que alcanzó a reconocer, se intentó eliminar, evidencia que quedó plasmada en una fotografía tomada por el empleado del autolavado como parte de las acciones de propaganda para el negocio. La defensa intentó intimidar al testigo señalando que las imágenes no fueron publicadas en la red social del negocio. La Fiscalía respondió haciendo revelar al testigo que no es él quien maneja las cuentas de las redes ni la publicidad.
El testigo atestiguó el arribo de dos hombres -uno de aproximadamente de 20 años y otro de 50 años- tres horas después de que el vehículo llegó al autolavado. Ambos inspeccionaron el trabajo aún en curso, mientras que el masculino más joven revisó minuciosamente la parte de atrás de la unidad y lanzar la siguiente indicación: "te encargo la cajuela", para después retirarse del lugar.
El testigo recordó haber encontrado una credencial de escuela con el nombre de Diego. La defensa preguntó la fiabilidad de la pertenecía, cuestionando si no era de uno de sus compañeros que responde al mismo, a lo que el hombre respondió, "¿Por qué estaría la credencial de él en el carro de un cliente?".
Al día siguiente el empleado no acudió a laborar por atender asuntos personales, sin embargo, su jefe se comunicó con él para informarle que habían surgido "problemas con el vehículo", fue entonces que se enteró de la presencia de la Fiscalía General de Justicia de Michoacán, cuyos elementos ya habían iniciado con las investigaciones.
Durante esta etapa, la defensa de Diego Urik N., fue nuevamente castigada sumando otras 50 UMAS de sanción (70 UMAS en total) luego de que el juez Montoya indicara el tono de sarcasmo y las faltas de respeto en contra de su investidura.
Posteriormente otro de los abogados de Urik fue amonestado por intentar interferir los principios básicos del juicio.
EA
