Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El Lago de Pátzcuaro enfrenta una acelerada pérdida de profundidad máxima, superficie y perímetro; altos niveles de azolve y arcillas, sobre todo en la zona sur, donde los lodos superan hasta un metro; así como un aumento de insularidad, es decir, la conversión de islas a tierra firme, destacó el profesor-investigador decano del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (Inirena) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Arturo Chacón Torres.
El miércoles, medios de comunicación reportaron la suspensión temporal de embarcaciones en el Lago de Pátzcuaro debido a labores de mantenimiento en los canales de navegación del Muelle General, baja profundidad de agua y exceso de azolve, situación que este jueves descartó la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas.
"El nivel del agua es apto para el tránsito de lanchas y transporte de turistas a la isla de Janitzio", afirmó a través de un comunicado Luis Roberto Arias Reyes, titular de la CEAC.
Por otro lado, y en entrevista exclusiva, el académico Arturo Chacón confirmó las dificultades que atraviesa el milenario lago, principalmente por la deforestación de la cuenca y el uso intensivo del agua.
Chacón Torres indicó que, en 1989, el Lago de Pátzcuaro tenía 628 millones de metros cúbicos de agua y actualmente el volumen oscila entre 280 y 320 millones de metros cúbicos, lo que implica una pérdida equivalente al agua que almacena el Lago de Zirahuén.
Resaltó que con las sequías registradas en el último año se aceleró la pérdida de profundidad. En los primeros meses de 2023 se documentaron 10.35 metros en la zona más profunda, situada entre Chupícuaro y San Andrés Ziróndaro, sin embargo, recientemente se registraron 8.7 metros.
Con 50 años dedicado al estudio de este lago, compartió que es la primera vez que ve desaparecer los muelles de toda la ribera sur: Urandén, San Pedrito y el Principal, en tanto que la isla de Janitzio está "peligrosamente" muy cerca de Jarácuaro, esta última convertida hace años en tierra firme.
Indicó que, además, el cuerpo de agua ya perdió todos sus atributos ópticos, "ya no es un lago transparente, es un lago turbio, primero por la cantidad de sedimento que tiene suspendido, y porque se generan florecimientos de lama, algas tóxicas". El biólogo explicó que la transparencia en un lago va directamente relacionada con la salud o grado de deterioro en el que se encuentra. En 1938, el de Pátzcuaro reportaba una transparencia de seis metros; en la década de los 70 disminuyó a cuatro metros; en los años 80, bajó hasta 1.2 metros; y actualmente no llega ni a los 25 centímetros.
Entre los problemas que se derivan de lo anteriormente citado, Arturo Chacón habló de la baja producción de especies acuícolas, como acúmara, pez blanco, tilapia y lobina negra, a grado tal que ya no hay estadísticas de pesca.
El investigador sostuvo que el Lago de Pátzcuaro todavía tiene condiciones para sobrevivir un siglo, pero si no se toman medidas efectivas será "una tina de aguas negras", debido a la pérdida de sus recursos y propiedades.
En ese contexto, consideró necesario que el lago sea declarado como Zona de Reforestación Ecológica; que los distintos sectores sociales, sobre todo los que están directamente involucrados y obtienen provecho del mismo, participen en los procesos de restauración; y se destinen recursos para reparar las máquinas de dragado que actualmente están abandonadas.
rmr