Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Considerado como uno de los puntos de mayor manifestación cultural de la tenencia de Santa María en Morelia, la población indígena de la zona comenzó la edificación de la Parroquia de Santa María de los Altos a finales del siglo XVIII y gran parte del siglo XIX.
A pesar de que el proyecto originalmente contaría con el apoyo económico del obispado, fue la organización de la población local, que, por medio de las contribuciones voluntarias, la venta de pulque y los servicios ofrecidos por la propia iglesia como los pagos recibidos por el derecho del panteón, los servicios fúnebres, la venta de artefactos de plata, rentas y limosnas, fue posible financiar cada una de las etapas de construcción del templo dedicado a la santísima Virgen de la Asunción.
Antes de conformar la estructura que hoy en día conocemos; las paredes del recinto contaban con molduras de yeso, el techo era de teja, el piso se había construido con madera proveniente de la vegetación local, el coro alto entablado en el cual se encontraba un órgano era accesible mediante una escalinata tallada en madera y el atrio contaba con un muro perimetral de piedra que resguardaba el cementerio del complejo y algunos fresnos que hoy en día se conservan. El altar principal de estilo barroco fue construido en el siglo XIX y es atribuido a Luis López, mientras que el pintado de matices áureos corresponde al trabajo de Antonio Ojeda.
Actualmente, la parroquia ostenta diferentes estilos arquitectónicos que corresponden a sus etapas de construcción. El primer cuerpo que corresponde a la base de la torre de estilo barroco iniciaría su edificación en 1835; el segundo cuerpo corresponde a su fachada y nave, cuya bóveda y cúpula de estilo neogótico sería colocada en 1868, y finalmente la torre cuyos gastos y construcción que cubrieron los propios habitantes vería finalizada su primer conjunto de campanas en 1950, dejando pendiente un segundo cuerpo coronado con una cupulina de acuerdo al proyecto original.
