Morelia, Michoacán (MiMorelia.com). – Conocido por ser uno de los pilares fundamentales de la lucha por la Independencia de México, José María Morelos puede ser considerado como uno de los hijos más sobresalientes de la antigua ciudad de Valladolid (actual Morelia), destacando en la historia mexicana por levantar en alto algunos de los principales ideales humanos y proclamar, por primera vez, la libertad de la nación.
Cada 30 de septiembre, Michoacán recuerda el natalicio de quien en vida fuera el Siervo de la Nación; Cientos de personas se reúnen motivadas por un profundo fervor patriótico para celebrar la vida del ilustre insurgente en el tradicional desfile y demás actos cívicos. Por ello y continuando con los festejos patrios de nuestra querida ciudad, presentamos estos 9 datos históricos que probablemente no conocías de la vida de José María Morelos en la antigua Valladolid, hoy Morelia.
José María Teclo Morelos y Pavón nació el 30 de septiembre de 1765 en la antigua ciudad de Valladolid. Sus padres fueron José Manuel Morelos Robles (originario de Zindurio) y Juana María Guadalupe Pérez Pavón y Estrada (originaria de Querétaro), fue bautizado por el bachiller Francisco Gutiérrez de Robles en el sagrario metropolitano el 4 de octubre de 1765, siendo sus padrinos Lorenzo Sendejas y Cecilia Sagrero (Guzmán, 2015, p. 15).
Actualmente, la casa de estilo neoclásico y barroco ubicada en Corregidora 113, esquina con García Obeso, representa uno de los sitios históricos más importantes de Morelia. En ella se exhiben documentos, pinturas, monedas y pertenencias que buscan preservar la memoria del Siervo de la Nación. De acuerdo con la información que proporciona el Museo, la construcción original formaba parte del Hospital o Casa de Salud incorporada al conjunto arquitectónico de San Agustín.
La complicada situación económica de su tiempo provocó el distanciamiento de sus padres cuando tenía 9 años de edad, quedando bajo la protección de su madre que le inculcó la devoción por la Virgen de Guadalupe. Se dice que Morelos aprendió a leer y escribir gracias a su abuelo José Antonio Pérez Pavón. Debido a la gravedad de la situación económica, Morelos tuvo que partir con su tío Felipe Morelos Ortuño quien administraba una finca en la Hacienda de San Rafael Tahuejo, en las cercanías de Apatzingán, aprendiendo de la difícil labor del campo (Cedularios, 2012).
A pesar de la situación en que vivía, Morelos destacó por sus habilidades autodidactas, hasta que, en 1789, con 25 años de edad, decidió regresar a casa para ingresar al Colegio de San Nicolás Obispo (actual Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo) donde aprendería gramática latina y destacaría por ser uno de los mejores alumnos; además, sería ahí donde conocería a Miguel Hidalgo, que por aquellos años era rector de la institución. Tiempo después, Morelos decidiría encaminar su vida a la carrera eclesiástica ingresando al Seminario Tridentino (actual Palacio de Gobierno).
El paso de Morelos por el Seminario Tridentino fue impecable, en 1795 lograría graduarse con el título de bachiller en artes (filosofía) y en 1797 concluyó su curso de teología moral para ordenarse como presbítero. En 1798 y contando con 32 años de edad, José María Morelos fue nombrado cura interino de Churumuco y La Huacana, y en 1799 pasó a ser cura de Carácuaro y Nocupétaro.
Cuando nombraron a Morelos cura interino de Tamácuaro de la Huacana, decidió emprender el viaje junto a su madre y hermana, pero el clima de tierra caliente afectó severamente la salud de familia, motivo por el cual se vio obligado a regresar a Valladolid. Sin embargo, el estado de salud de su madre Juana María empeoró obligado al cura a detenerse en Pátzcuaro. La madre de Morelos fallecería en aquella ciudad el 5 de enero de 1799 (Chávez, p.55, citado por Guzmán, 2015, p.26).
El historiador Moisés Guzmán Pérez (2015), señala que, en agosto de 1801, el cura Morelos compró una propiedad en Valladolid por 1,830 pesos, con la finalidad de que su hermana María Antonia viviera ahí; además, rentó una esquina para la apertura de una tienda a cargo de Miguel Cervantes que ofertaba productos de tierra caliente. Los ingresos obtenidos fueron invertidos en la construcción de la segunda planta. Tiempo después María Antonia y Miguel Cervantes se unirían en sagrado matrimonio el 12 de abril de 1807 (pp. 27-28). Actualmente, las instalaciones forman parte del Museo Histórico Casa de Morelos.
Morelos se encontraba en Nocupétaro cuando recibió la noticia del levantamiento armado del cura Hidalgo, situación que fue confirmada con el edicto de excomunión expedida por el obispo en septiembre de 1810. Morelos consternado por la noticia decidió encontrarse con Hidalgo, dicho encuentro se dio en Charo y juntos se dirigieron a Indaparapeo donde el cura Morelos se ofreció al servicio de Hidalgo y le fue encomendada la tarea de llevar el movimiento al sur.
El cura Mariano Matamoros fue uno de los principales estrategas del ejército insurgente llegando a ser considerado “el brazo derecho” al servicio de Morelos. Después de ser aprehendido por las tropas de Ciriaco del Llano e Iturbide durante la batalla de Puruarán, Matamoros fue fusilado en Valladolid el 3 de febrero de 1814. En junio del mismo año, caería Hermenegildo Galeana, otro distinguido insurgente considerado “brazo izquierdo” de Morelos, se dice que cuando Morelos se enteró de la noticia exclamó: “¡SE ACABARON MIS BRAZOS!... ¡YA NO SOY NADA!”. (Cedularios, 2012).
Fuentes:
Guzmán Pérez, M. (2015). Morelos por siempre… Morelia, Michoacán: UMSNH/IIH.
Cedularios Museo Casa de Morelos (2012). Michoacán, México: INAH/CONACULTA.
Cedularios Museo Casa Natal de Morelos.