Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El pasado 10 de abril, en el reportaje titulado "Al menos 96 casos de bullying en Michoacán, en el último año" dábamos cuenta de esta problemática, que no hace distingos entre los diferentes niveles educativos, ni si se trata de una escuela pública o privada.
En ese texto Aramis, quien fue víctima de acoso cuando cursaba la secundaria, dijo que al menos uno de los acosadores de su salón de clase fue una persona que “desquitaba” las frustraciones de su casa en la escuela.
"Hemos visto que este tipo de acosadores ya no sólo están en secundaria, sino en primaria. Hay un caso donde se dio una agresión física de un niño a otro en primaria, y uno de los padres, cuando le llaman la atención, llega igual de violento contra otro padre de familia y contra la directora; entonces ahí nos damos cuenta, en primera instancia, de que quien necesita la ayuda es el papá agresor o la mamá agresora, y podemos entender por qué el niño llega a agredir a la escuela", explicó en entrevista para Publimetro el enlace jurídico de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE), Ricardo Díaz Ferreyra.
Por ello, el funcionario alerta sobre la necesidad e importancia de cuidar la salud mental de los integrantes de la familia, ya que "esta violencia que estamos viviendo en casa la vamos a transmitir y la vamos a llevar hasta el punto de agresión hasta la propia directora de la escuela".
Ricardo Díaz, quien lleva a cabo charlas con docentes, administrativos y alumnos sobre la prevención de la violencia escolar y el bullying, enfatizó que para la atención de este tipo de problemas debe haber una corresponsabilidad entre las instituciones educativas y los padres de familia, ya que –añadió– en algunas ocasiones los papás, mamás o tutores no atienden los llamados de las autoridades escolares.
El funcionario estatal informó que son más de 5 mil personas a las que han llegado las charlas de prevención de violencia en las escuelas, en las que también se explica la Guía Operativa para la Convivencia Escolar, con la cual muchos casos se pueden resolver dentro de las propias escuelas.
De acuerdo con datos de la propia SEE, en el último año, con corte a finales de marzo, se habían documentado 96 casos de bullying (ocho en promedio al mes); 11 de ellos estaban en el área jurídica porque se registró algún grado de violencia.
Al respecto, Díaz Ferreyra asegura que se ha avanzado en el combate a la violencia en las escuelas, ya que actualmente la cifra a nivel estatal es de 68, y no todos tienen que ver con violencia. En el área jurídica únicamente están nueve casos.
Ricardo Díaz subrayó la importancia de mantener diálogo constante con nuestros hijos, de su conducta, conocer su desempeño académico y a su círculo social.
En caso de detectar un problema, se debe establecer comunicación con el tutor de grupo. “Los papás tenemos la obligación de estar al pendiente de los niños y no dejar que llegue a explotar un problema”.
También se debe entablar comunicación con el o los docentes de nuestros hijos. “No podemos esperar que todo lo resuelvan en la escuela; tenemos que tener un diálogo; tenemos que estar muy atentos a cualquier comportamiento, situación inusual de los hijos”.
El enlace jurídico informó que, en caso de ser necesario, también se puede solicitar apoyo en las escuelas o en instituciones especializadas públicas.
Incluso, el padre, madre o tutor se puede inconformar con la autoridad educativa respecto a medidas que consideremos que no son justas o que no estén en los términos de la guía.
"Algo muy importante, que la comunicación no se rompa ni en casa ni en la escuela, ante un posible caso de acoso escolar y obviamente responsabilizarnos como papás que nuestros hijos cumplan con estos lineamientos, porque podemos ser padres de alguna víctima de acoso, pero también podemos ser padres de un victimario de acoso", culminó.
Reportar el incumplimiento de obligaciones del personal docente, directivo o administrativo.
Recibir información de todo lo que tiene que ver con la escuela.
Atender a los llamados de la escuela y los docentes.
Reportar las inasistencias de sus hijos y justificarlas.
Tener comunicación sobre temas de educación sexual y prevención de adicciones.
rmr
